De Marilyn Monroe a Audrey Hepburn, los diez vestidos más icónicos de la historia del cine
Del que lucía Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes al de Rita Hayworth en Gilda, pasando por los looks de Julia Roberts en Pretty Woman estos son algunos de los vestidos más emblemáticos
Marilyn Monroe: así se recrea el look atemporal de la rubia más universal
Con independencia de la trama, de sus protagonistas o del año de su estreno, hay películas que son legendarias. Cine de culto, que es como solemos catalogar aquellas cintas que verlas es materia obligada. La mayoría pasan a la historia del cine por convertirse en el referente de toda una generación (y de las que le siguen) y, en muchas ocasiones, ese referente termina siéndolo también en el mundo de la moda. Con el biopic de Marilyn Monroe (y toda la controversia generada alrededor de la serie) recién estrenado, hemos vuelto a revisar los estilismos más icónicos de la actriz.
El vestido blanco ondeante en La tentación vive arriba o el espectacular vestido rosa que luce en el número de jazz de Diamonds are a girl's best friend (Los caballeros las prefieren rubias) son algunos de los looks más emblemáticos de la actriz. Ambos forman parte de la larga lista de vestidos icónicos de la historia del cine. Aunque no son los únicos.
A lo largo de la historia del cine el vestuario ha jugado un papel importantísimo a la hora de crear una trama convincente. Ya sea por tratarse de una película de época, en la que la indumentaria debe ser fidedigna a la época a la que representa para no caer en errores, o para cargar de mensajes y simbolismos la película (Pedro Almodóvar es un especialista en hacer del rojo el hilo conductor del vestuario en sus películas), el caso es que la indumentaria no es algo que en cine se deje al azar.
De ahí que esta parte tan importante cuente con su propio director, quien es capaz de crear una historia alternativa a la película a través de sus combinaciones, llegando incluso a recibir premios por la maestría con la que lo consigue (de hecho, hay cintas que sólo reciben galardones por la dirección de vestuario).
Dejando a un lado los galardones y volviendo al imaginario común, ¿a quién no se le viene a la mente un vestidazo negro palabra de honor combinado con unos guantes XXL cuando oye hablar de Gilda? ¿quién no piensa en lunares cuando le dicen que vuelven a echar Pretty Woman en la tele? ¿Y quién no se acuerda de Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes cuando le nombran un little black dress?
Todos estos vestidos forman parte de la historia del cine y, aunque tratemos de buscar explicación, no tenemos claro si el motivo es la película, el diseño o la actriz que los luce. Sea como sea, estos vestidos forman parte de la historia, ya no del cine, sino de la que estamos escribiendo sin llegar a ser conscientes y muchos de ellos son tan icónicos, que inspiran e inspirarán colecciones (Pretty Woman ha llegado incluso a la moda flamencaPretty Woman) y tendencias de aquí al final de los tiempos (estos diseños bien merecen un poco de exageración).
Marilyn Monroe en 'La tentación vive arriba'
Puede que sea la imagen más icónica de Marilyn Monroe y lo es, sin duda, a causa del vestido. Obra de William Travilla, el mítico vestido blanco que la actriz lucía en La tentación vive arriba tiene todos los ingredientes para convertirse en una prenda legendaria del cine. Sencillo y elegante, el vestido le debe a la actriz y a la escena haberse convertido en todo un icono de la moda. Tanto es así, que el propio diselador, tas la muerte de la actriz, mantuvo el diseño en su colección.
Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes'
Si el anterior vestido es el más representativo de Marilyn Monroe, el famosos little black dress de Desayuno con diamantes lo es para Audrey Hepburn. A pesar de que Coco Chanel a principios del siglo XX ya había esbozado lo que sería el típico vestido negro de fondo de armario (es mucho más glamuroso denominarlo little black dress), no fue hasta que Givenchy lo versionara para la protagonista de Desayuno con diamante cuando adquirió la categoría de prenda icónica. Vestido imprescindible para cualquier evento, todas hemos soñado con lucir uno igual que el de Audrey mientras desayunamos en la puerta de Tiffany's (y luego entramos a comprar, por supuesto).
Julia Roberts en 'Pretty Woman'
Tan icónico es el vestuario de esta película, que hay un estampado que recibe su nombre. Como no podía ser de otra forma, nos referimos al estampado del mítico vestido que Julia Roberts lleva cuando acude al partido de polo. Personaje memorable, el de Julia Roberts tiene detrás a otra mujer, Marilyn Vance, que es la responsable de crear esa imagen a través de la cual se muestra la personalidad del personaje y su evolución. Obra de ella es el vestido de lunares y el espectacular vestido rojo en el que Roberts se enfunda para ir a la ópera y con el que nos dejó una de las escenas más memorables de la cinta (el cierre de la cajita del collar, totalmente improvisado, con el que Richard Gere desata la nerviosa carcajada de su compañera de reparto).
Nicole Kidman en 'Moulin Rouge'
Ganó el Oscar al Mejor Vestuario en 2001 y no nos extraña. Obra de Catherine Martin (también recibió el Oscar por Romeo y Julieta (1996), Australia (2008) y El Gran Gatsby (2013), el vestuario de Moulin Rouge da para siete artículos. Espectaculares e impecables, todos los estilismos que luce Nicole Kidman en la cinta contribuyen de forma inmejorable a configurar la personalidad y la evolución del personaje. Adoramos todos los diseños que luce Kidman en la película, pero el vestido rojo con el que canta One day I'll fly away y luego se marca el dueto en el elefante con Ewan McGregor nos deja sin palabras.
Marilyn Monroe en 'Los caballeros las prefieren rubias'
Marilyn tenía que aparecer dos veces en esta lista porque dos son los vestidos que la han convertido en leyenda de la moda en el cine. En esta ocasión hablamos del espectacular diseño rosa fucsia con el que la actriz se marca el numerazo de jazz en el que canta Diamonds are a girl's best friend y que han versionado artistas como Madona o la propia Nicole Kidman en la película Moulin Rouge (escena cuyo vestido también debería aparecer en esta lista)
Kate Winslet en 'Titanic'
Hay dos vestidos que luce Kate Winslet en Titanic que serán recordados para toda la eternidad. El primero no es otro que el que la actriz lleva la primera vez que aparece en pantalla y con el que el espectador se enamora de ella para siempre. Un dos piezas, muy principios del siglo XX, con una pamela gigante ayudan a dibujar el personaje de Rose y lo encorsetado de su vida. El segundo, el espectacular vestido rojo con el sobrevestido de gasa y pedrería con el que Winslet espera a un jovencísimo DiCaprio a los pies de las escalera, es un sueño hecho realidad.
Vivien Leigh en 'Lo que el viento se llevó'
Diseñado por Walter Plunkett (que no se llevó el Oscar a Mejor Vestuario porque en 1939 no existía esa categoría), el vestuario de Lo que el viento se llevó es espectacular y sublime. Los trajes y vestidos, la recreación de los uniformes de la época, el decorado... Todo es majestuoso en esta cinta, aunque lo que realmente destaca es el vestido verde de terciopelo que luce Escarlata O'Hara y que fabrica con unas cortinas para poder ir pedir ayuda económica a Rhett Butler.
Olivia Newton John en 'Grease'
No es exactamente un vestido, pero tenía que estar en la lista. Cuentan que los pantalones de cuero eran de la propia Olivia Newton John y que una vez se los puso, ya no podía hacer otra cosa que no fuera estar de pie. Probablemente la actriz no pasó un buen rato y el rodaje de la escena en la que canta You are the one that I want con un guapísimo (y jovencísimo) John Travolta se le hizo un poco eterno, pero no podemos estar más agradecidas a la actriz. No hay fiesta de disfraces en la que no haya una Sandy ni un estilismo más arrebatadoramente gamberro que el de Olivia Newton John en Grease.
Rita Hayworth en 'Gilda'
Los hombres se van a la cama con Gilda y se levantan conmigo. Una de las frases que mejor definen lo que supuso el personaje de Gilda para Rita Hayworth. Convertida en mito erótico por ese vestido y esa escena, Hayworth es la prueba de que la fama y el éxito no son sinónimo de felicidad. Una de las actrices más desgraciadas de la época dorada de Hollywood, Margarita Cansino (que era su nombre real) puede presumir de haber lucido con maestría uno de los vestidos más icónicos de la historia del cine. Enfundada en un vestido negro de satén, con escote en palabra de honor y una lazada en la espalda (obra de Jean-Lois) Rita Hayworth dejó de ser Rita para siempre y pasó a ser Gilda para toda la eternidad.
Jennifer Grey en 'Dirty Dancing'
Baby, no dejaré que nadie te arrincone. La frase más emblemática de toda la película y que sigue arrancando el aplauso de los que volvemos a ver la cinta cada vez la que ponen en televisión (da igual que la hayamos visto más de cien veces). Además de la frase, Dirty Dancing puede presumir de contar con una de las escenas más emblemáticas de la historia del cine en la que, además, la actriz luce uno de esos vestidos que consideramos icónicos. Obra de Hilary Rosenfeld, el vestido con el que Baby, por fin, da el salto es con el que todas nos imaginamos dando el salto también.
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