Beas de Segura ya se emociona con la tradición ancestral del toro ensogao
TOROS
La fiesta cuenta con el privilegio que tienen los ‘sanmarqueros' por el que las reses están exentas del sacrificio que exige la normativa taurina
Vídeo con la tradicional entrada a Beas de Segura y suelta de reses
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Beas de Segura/Juan Francisco Rubio no podía ocultar su emoción y orgullo al volver a ser el encargado de abrir la suelta de reses bravas en las Fiestas del toro ensogao de San Marcos, en Beas de Segura, que, con cinco siglos de vida, rinde culto y respeto al animal al preservar la cría y la doma de las reses, que tienen el privilegio de no ser sacrificadas.
Conocido como ‘Paco el Murciano’, Juan Francisco es el gañán que, desde una ganadería de un monte próximo, ha guiado la entrada en el pueblo de ‘Aceitunera’ y ‘Presumía’ al frente de las yuntas, también llamadas reses del pueblo, que son parejas de vacas unidas con un ubio y engalanadas con collares de cascabeles, campanillas, aparejos y frontiles.
Las yuntas son quizás el elemento más genuino de este festejo cuya principal singularidad radica en el hecho de que buena parte del ganado bravo cruzado es criado por los propios ganaderos locales, que las cuidan con mimo y las preparan expresamente para San Marcos.
Y es que, merced a un privilegio que tienen los ‘sanmarqueros’, estas reses están exentas del sacrificio que exige la normativa taurina, lo que les permite ser devueltas al campo, a su hábitat natural, a la espera de ser corridas en años posteriores.
“Las yuntas fue una tradición que recuperó mi abuelo Antonio allá por 1984 y que nos dejó un legado de respeto y amor incondicional hacia los animales”, explica a EFE María Mayoralas que, como otros muchos beatenses que viven fuera del pueblo, acude puntual cada año a una fiesta declarada de Interés Turístico en Andalucía en 2000 y que aspira ahora a tener esta catalogación de carácter nacional.
Beas de Segura es un municipio de la serranía jiennense de algo más de 5.000 habitantes que estos días quintuplica su población por la llegada de visitantes y muchos hijos del pueblo que se vieron obligados a emigrar. Como Lucío Méndez, que llega desde Ávila: “Aquí al toro se le respeta, eso es lo más importante”, señala.
134 animales se sueltan por las calles
Este año son 134 los animales que se sueltan por las calles del pueblo hasta este viernes, de las que 43 lo hicieron ayer miércoles en su condición de reses criadas en ganaderías locales.
Juan Tomás García, presidente de la Hermandad de San Marcos, organizadora de estos festejos, señala que son unos 3.600 los socios de la hermandad y alrededor de un centenar de peñas, para un pueblo de apenas 5.000 habitantes.
Las carreras y los quiebros de los mozos ante las embestidas de las reses prosiguen este jueves en el recinto de la plaza de San Marcos, que es donde los animales se desuncen y comienzan a correr sujetos por unas sogas de unos 25 metros que los mozos utilizan para controlar las embestidas y evitar posibles cogidas.
La crianza del ganado para las fiestas de San Marcos no desapareció ni siquiera cuando, en 1993, el nuevo reglamento taurino obligaba al sacrificio de las reses al finalizar el festejo.
Así fue hasta 2019 cuando, tras un largo proceso reivindicativo, se logró una excepción en la normativa que volvió a permitir el uso de las reses. Actualmente, medio centenar de criadores mantienen vivo el que es el último vestigio del rito de los toros ensogaos de Beas de Segura.
“Después de muchos años de trabajo de todo un pueblo logramos revertir ese reglamento tan restrictivo y se consiguió que se reconociera la identidad de las fiestas de San Marcos”, declara el alcalde de Beas de Segura, José Alberto Rodríguez.
"El cascado", mañana
En las primeras horas de la mañana del viernes tendrá lugar el característico “cascado”, que consiste en honrar al animal engalanándolo con collares de campanillas, cascabeles y aparejos minuciosamente bordados. Le sigue la procesión del Santo, que recorre las principales calles del municipio en una carreta tirada por una pareja de reses bravas uncidas.
La festividad de San Marcos Evangelista hunde sus orígenes en la antigua Roma, donde el 25 de abril tenían lugar las “Robigalia”, unas fiestas para proteger a los trigos de enfermedades como la roya.
Más tarde, la Iglesia las cristianizó poniéndolas bajo la advocación de San Marcos, que pasó a ser considerado benefactor de ganados y cosechas, haciéndose votos colectivos y rogativas para pedir o agradecer al Santo el fin de epidemias y plagas.
En 1449 hubo una gran plaga de langosta en la provincia de Jaén, dejando arruinados los cultivos y realizándose votos y promesas por todos los pueblos. Y es en esa época cuando debió consolidarse en Beas el voto de villa a San Marcos.
No obstante, la tradición oral asocia los orígenes de esta fiesta a la presencia en Beas de Segura de Santa Teresa de Jesús en 1575 para fundar el primer convento carmelita de Andalucía.
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