Lo que nos hace sentir la triturada vida de la pobre Sonia Martínez

El documental sobre la presentadora de espacios infantiles que acabó en la droga cuando apenas tenía 20 años se ofrece en RTVE Play

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Sonia Martínez en un posado para TVE cuando era presentadora de 'Dabadabadá'
Sonia Martínez en un posado para TVE cuando era presentadora de 'Dabadabadá' / RTVE
Francisco Andrés Gallardo - Jefe de sección de Vitally

21 de diciembre 2024 - 10:52

La pobre de Sonia Martínez, ídolo truncado en la TVE de hace exactamente 40 años, fue víctima de su propia efusividad, de su propia vulnerabilidad, como novata y como joven valor que comenzaba a triunfar. Fue víctima de su contexto, profesional y personal. Se precipitaba en todo, se deslumbraba ante los que se encontraba en la cima y se comía el pastel deprisa. Tratándose de una mujer joven, era intolerable a ojos de los demás. No se le perdonó que fuera tan natural, tan así. Que mostrara sus imperfecciones con una sonrisa.

En la TVE del felipismo, única, dirigida por gente soberbia que sólo actuaba por puros intereses, sobró de inmediato por lo que entendían como desacato y el agujero del boicot y los perjuicios la devoró al poco en esa tendencia suya de dejarse llevar y a llevarse ella misma por el desagüe.

Un boicot estúpido y el agravante de la ausencia de su madre, y con ella, un padre y una hermana que se ausentaron, algo que no termina de tocar a fondo el documental. A esta chica la dejaron muy sola, con demasiado dinero, demasiada droga, demasiadas malas influencias y muy poca ayuda. Hace 40 años parecíamos modernos pero no era así. En historias como esta se demuestra la crueldad hacia los vulnerables, los que no estaban protegidos por el sistema, por las familias. Los que de la nada habían tenido la osadía de subir.

El documental sobre Sonia Martínez en RTVE Play repasa una vida triturada por momentos. El ascenso de una presentadora para niños mal asesorada, o que no quería ser asesorada mejor, y un tobogán aún más rápido hacia el precipicio a una edad en la que cualquier joven tiene derecho a descubrir, aprender y equivocarse. Una pobre vida ventilada en diez años de continua decrepitud. Un precio muy alto por haber sido popular demasiado pronto. Sonia Martínez es la profeta de muchos influencers y de tantos juguetes rotos estallados contra una pantalla.

El trabajo de Ángela Gallardo y César Vallejo está muy bien. Es un personaje y un tema que da para ampliar. El pasado con historias así nos devuelve a la crueldad desalmada de lo correcto.

(Aquí, la productora del documental ha colgado esta entrevista con Sonia Martínez en 3x4, con Isabel Gemio, en 1990, cuatro años antes de fallecer. Se estaba recuperando entonces del consumo de drogas. La ex presentadora era así de sincera):

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