Cuando podían morir 50 niños en un colegio de España, Netflix lo lleva a una ficción

Netflix ha anunciado que el director Mariano Barroso adaptará y dirigirá la última novela de Fernando Aramburu, El niño. El cineasta producirá junto a Rafa Portela la película y ha señalado su satisfacción por trabajar, de nuevo, junto a la plataforma televisiva y ha manifestado que adaptar la novela de Fernando Aramburu supone "un gran reto y un privilegio emocionante”. La historia de El niño se centra en el accidente que se produjo en la localidad vizcaína de Ortuella que mató a 50 niños y 3 adultos en 1980.

Fue un escape de propano que se fue alojando en una inmensa bolsa de aire bajo el suelo del centro escolar levantado a principios de los años 70. Un fontanero en unos arreglos con un soplete prendió la chispa que se llevó por delante la planta baja del centro y muriendo los 50 pequeños de las clases de 1º de EGB. Esos niños eran en su mayoría hijos de emigrantes de andaluces y extremeños que se habían instalado en Ortuella.

El suceso dejó noqueado al pueblo y dañó con una profunda herida que se ha prolongado durante décadas. La nueva novela del autor de Patria (obra sobre el terrorismo de ETA que fue adaptada por HBO Max) incide en ese drama de las familias de un suceso fortuito que de alguna manera podría haberse evitado. En el contexto del País Vasco de 1980, la tragedia de Ortuella fue en los años de plomo de la banda terrorista.

Aramburu ha expresado que durante años el accidente de Ortuella le interpeló “con fuerza". "Sentía como si reclamara un espacio propio en la serie de historias titulada Gentes vascas que yo me propongo contar”. El novelista respalda el proyecto de Barroso y cree que así "se afianza en el convencimiento de que los niños fallecidos en aquella tragedia de 1980 merecen un lugar digno en nuestra memoria”. En una ficción que dará la vuelta al mundo con Netflix, la tragedia de Ortuella será así conocida en decenas de países.

El niño’ se centra en el personaje de Nicasio, un octogenario que acostumbra a subir los jueves al cementerio de Ortuella para visitar la tumba de su nieto, uno de esoso niños que fallecieron en la explosión de gas en en octubre de 1980. Una de esas 50 tragedias que devastaron otras tantas familias y que marcaron a un pueblo de 9.000 habitantes donde todos quedaron afectados.

"La tragedia de Ortuella ha ocupado desde que se produjo un lugar preferente en mi memoria. He perdido la cuenta de las veces que di vueltas a la idea de abordar aquel terrible suceso con ayuda de la literatura" ha detallado al respecto Aramburu. El género de la novela le ofreció una forma de llevar a cabo el proyecto con la que ha reflejado "aquel infortunio colectivo en un puñado de personajes".

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