Laura Escanes, la presentadora más elegante de las campanadas de este año ¿dónde estuvo?
La influencer catalana vistió un modelo lleno de simbolismo
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En la Nochevieja de 2024, dando paso al nuevo año, la modelo Laura Escanes, ex de Risto Mejide y ex novia del sevillano Álvaro de Luna, se convirtió en la protagonista de las campanadas en la cadena autonómica catalana TV3, junto a Miki Núñez. Destacó por su carisma y elegancia y un vestido joya que la ha convertido en la más elegante de las que salieron en pantalla en este miércoles festivo. La creadora de contenido, con su innegable toque de elegancia, escogió un diseño de Yolancris para despedir el año, una elección que hablaba de moda, cultura y raíces.
El vestido, confeccionado por la firma catalana Yolancris, era una celebración de la esencia mediterránea y un homenaje a Barcelona, la ciudad natal de Escanes y que albergaba estas campanadas desde Montjuic.
Inspirado en el modernismo catalán, este traje de alta costura se destacaba por su corte de sirena que abrazaba la figura de Laura con una delicadeza y precisión que solo la artesanía de alta costura puede alcanzar. La paleta de colores se centraba en el blanco, símbolo de pureza y nuevos comienzos, adornado con detalles dorados que evocaban el sol mediterráneo y la arquitectura modernista de la capital catalana.
Lo que verdaderamente capturaba la atención era el intrincado trabajo de pedrería y bordados. El vestido estaba confeccionado con un patchwork de pedrería, donde cada pieza parecía contar una historia. Las formas orgánicas de las bordaduras sugerían la naturaleza, con motivos que recordaban a panales de abejas y al movimiento del mar Mediterráneo. Las hojas y olas marinas, representadas a través de cristales y bordados, no solo añadían textura y brillo al vestido sino que también simbolizaban la conexión de Escanes con su tierra.
Las mangas del vestido eran otro detalle magistral, largas y con un diseño que parecía imitar una capa, confeccionadas en tul bordado con cristales. Este elemento añadía un aire etéreo y teatral, elevando el look a un nivel de sofisticación que pocas veces se ve en las campanadas. Cada movimiento de Laura durante la retransmisión era un espectáculo visual, con las mangas capturando la luz y creando juegos de sombras y destellos.
La elección de accesorios complementaba perfectamente el vestido. Joyas de la firma Rabat, con un pendiente trepador de oro rosa con diamantes y criollas a juego, sumaban un toque de lujo sin restar protagonismo al vestido. Sandalias doradas de plataforma de Pedro Miralles mantenían la coherencia estilística, aportando altura y un punto de modernidad al conjunto.
Laura Escanes no solo demostró su gusto por la moda sino su capacidad para hacer de su vestimenta una declaración de identidad y orgullo regional. Este vestido no era solo un atuendo para una noche especial; era una narrativa de amor por el arte, la cultura y la naturaleza de su tierra natal. Al quitarse la capa inicial de color champán, que mantenía el misterio hasta el último momento, Escanes reveló no solo su vestido sino el simbolismo de la obra.
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