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Un año más celebramos el Día Europeo de la Música, una fecha que rinde homenaje a uno de los bienes culturales más antiguos de la humanidad.
Nacida de la necesidad de expresar emociones desde el principio de los tiempos y apreciada en cada etapa de la historia de distinta manera pero siempre con un gran peso e influencia en la sociedad, ha ido evolucionando con el propio ser humano.
Tanto en la forma en que ha ido sonando a los modos en que ha sido creada, producida o disfrutada. De ser algo tradicional y primitivo, a sofisticarse y pasar a ser un lujo al alcance de unos pocos a estar al alcance de todos gracias a las distintas tecnologías y dispositivos.
A lo largo de la historia de la industria musical, Sony ha sido una marca referente tanto para creadores como para aficionados y, con sus innovaciones ha contribuido de forma decisiva a la evolución en el modo de crear y disfrutar de la música.
Hace ya más de 70 años -en 1950- Sony lanzó su primer producto, una grabadora de cinta magnética, la G-Type, que se utilizaba de manera profesional en las esferas políticas. Un año más tarde lanzaron un modelo para uso doméstico, la Type H.
En 1955, puso en el mercado el primer y revolucionario receptor de radio transistor de Japón, TR-55, convirtiéndose en la primera empresa del mundo en fabricar una radio basada en sus propios transistores.
Este transistor marcó el renacimiento de la radio como dispositivo portátil y fue uno de los primeros hitos de la compañía.
Ahora era posible escuchar la radio en un dispositivo que se podía transportar de un lado a otro. No había ya que moverse para escuchar la radio: la radio se movía contigo.
Este pequeño dispositivo, convertido ya en un icono de la cultura popular, fue capaz de proponer nuevos estilos de vida alrededor del mundo.
Con el Walkman, el primer reproductor portátil de música del mundo basado en las cintas de casette, llegó una nueva manera de expresarse y una revolución. Los jóvenes eran libres para disfrutar de su música favorita allá donde fuesen.
Aquí empezó a disfrutarse la música de manera individual e íntima (para hacer deporte, ir de un sitio a otro, acompañar en viajes o simplemente pasar un rato agradable).
En los años posteriores, fue evolucionando para adaptarse a los CD con el Discman y hacerse más liviano. Además, se incorporaron funciones de grabación de audio.
Casi al mismo tiempo, en 1982, Sony lanzó el primer reproductor de discos compactos del mundo, el CDP-101, que marcó el nacimiento del sonido avanzado de alta fidelidad, abriendo nuevos horizontes para el audio digital.
La música es en este siglo un elemento cultural indispensable, ya sea para disfrutarla solos o acompañados. Y Sony ha seguido en estos años innovando con dispositivos de audio plagados de avances tecnológicos que han ido mejorando la experiencia musical de los usuarios.
Desde altavoces con potencia suficiente para celebrar una fiesta con amigos (ULT Field 7 o ULT Tower) a otros más pequeños y portátiles (ULT Field 1 o SRS-XB100).
En cuanto al audio personal, los auriculares también han vivido un enorme salto cualitativo en la última década.
Se pasó de los de diadema a los de botón, se eliminaron los cables y la tecnología bluetooth los hizo dispositivos altamente cómodos y perfectos para hacer ejercicio, moverse y llevar puestos casi todo el día, con utilidades como responder llamadas, por ejemplo.
Además, la tecnología de cancelación de ruido (presente tanto en auriculares de alta gama como la serie 1000X o los más recientes ULT Wear) ha supuesto un paso más en la experiencia de escucha de música, que se ha convertido en algo aún más íntimo y sin distracciones.
Además, la elevada calidad de audio de los dispositivos consigue que los usuarios tengan por primera vez la posibilidad de escuchar la música tal cual el artista la concibió.
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