Análisis: Probamos el Samsung Galaxy Z Flip 5G

'Smartphone'

El segundo teléfono plegable que presentó la compañía surcoreana, después del primer Fold y justo antes del Z Fold2, comparte tecnología con estos dos dispositivos pero es un producto muy diferente

Imágenes del Galaxy Z Flip

Otros análisis: Samsung Galaxy S20+

El análisis del Samsung Galaxy Z Flip 5G, en imágenes / Susana C. Gómez
Susana C. Gómez

14 de noviembre 2020 - 21:14

El Samsung Galaxy Z Flip 5G es el segundo teléfono plegable que la marca surcoreana puso en el mercado, tras el primer Fold y su sucesor, el Z Fold2. Técnicamente los tres pertenecen al mismo segmento, pero lo cierto es que el Z Flip parte de una premisa muy diferente. Mientras los dos Fold son más un tablet que se cierra como un libro (por mucho que la pantalla exterior, en especial la del Z Fold 2, sea completamente funcional), el Galaxy Z Flip es, en nuestra opinión, un verdadero teléfono plegable.

Complacerá a los nostálgicos de los modelos concha pero también a quienes busquen un teléfono potente y de dimensiones generosas que puedan compactar cuando no estén usando para meterlo en casi cualquier bolsillo (en los angostos bolsillos de las prendas femeninas cuesta un poco más).

El diseño es uno de los puntos fuertes (el más llamativo sin duda) del Z Flip, un teléfono cuyo exterior se siente robusto y fiable. No da miedo abrirlo y cerrarlo y aunque es más cómodo desplegarlo con las dos manos, se puede hacer perfectamente con una sola. Esta solidez, por así decirlo, se basa en dos elementos: la pantalla y la bisagra.

El análisis del Samsung Galaxy Z Flip 5G, en imágenes / Susana C. Gómez

La pantalla y la bisagra

La pantalla, Dynamic Amoled Infinity Flex Display de 6,7 pulgadas, con la calidad de imagen que se presupone a una pantalla Samsung, está construida con una tecnología patentada por la compañía, una combinación de cristal ultrafino plegable y plástico (como es normal se advierte el pliegue en la pantalla, pero al cabo de un par de días se olvida que está ahí).

Podría pensarse que al cabo del tiempo este cristal tan fino, de 0,03 milímetros de grosor, no proporciona la misma durabilidad de una pantalla tradicional, pero no se siente frágil y el hecho de que poder replegar el teléfono y, así, tapar la pantalla, ofrece una capa adicional de protección. Su relación de aspecto, 21,9:9, resulta extraña en un primer contacto, pero la sensación desaparece pronto.

El análisis del Samsung Galaxy Z Flip 5G, en imágenes / Susana C. Gómez

Por lo que respecta a la bisagra oculta (Hideway Hinge, como la llaman en Samsung), incluye fibras de nailon cortadas a una altura micrométrica y una tecnología de barrido para impedir que la suciedad penetre por ella cuando el teléfono está cerrado dentro de un bolso o un bolsillo. Además, su mecanismo hace que se abra y cierre con suavidad y, sobre todo, admite distintos ángulos de apertura, como un ordenador portátil.

El modo Flex

Estas distintas posibilidades de apertura permiten desplegar otro de los puntos fuertes del Z Flip: el modo Flex.

Al abrir el dispositivo en un ángulo intermedio, es posible dividir la pantalla en dos para acceder a distintas funcionalidades de una aplicación (ver el contenido en la parte superior y tener los controles en la inferior, por ejemplo), ya sea con el dispositivo en la mano o sobre una superficie. Al abrir YouTube (una de las aplicaciones compatibles; se van añadiendo otras a la lista continuamente), el vídeo se reproduce arriba y abajo tenemos acceso a comentarios, descripciones o a navegación por otros vídeos.

El análisis del Samsung Galaxy Z Flip 5G, en imágenes / Susana C. Gómez

Siguiendo con más ejemplos, ocurre lo mismo con la cámara. El visor se muestra en una de las pantallas y, en la otra, los controles y ajustes y la previsualización de lo que hemos fotografiado o grabado.

No forman parte en sentido estricto de las bondades del modo Flex, pero merece la pena resaltar aquí las funcionalidades de multitarea y multipantalla que ofrece al usuario el Z Flip. La bandeja de ventanas múltiples, ahora mejor integrada en la pantalla Edge (que ofrece además acceso a más aplicaciones), permite arrastrar y soltar de forma más sencilla las aplicaciones que se desea usar.

A ello se añade otra función interesante: el par de aplicaciones, para establecer un vínculo entre programas y que, por ejemplo, se abran simultáneamente la galería y los mensajes si lo que buscamos es compartir imágenes con nuestros contactos.

El análisis del Samsung Galaxy Z Flip 5G, en imágenes / Susana C. Gómez

Desplegado

Abierto, el Galaxy Z Flip es un teléfono normal (normal de gama ultrapremium, claro), con un procesador muy potente que lo aguanta casi todo (también juegos gráficamente exigentes), una buena batería y un sistema dual de cámaras también acordes a los móviles de la parte alta del catálogo de Samsung y complementados con el excelente software de fotografía y vídeo creado por la compañía.

Y, tras una versión inicial (la presentada en febrero), la compañía añadió después conectividad 5G, para vencer las reticencias, si las hubiera, de potenciales compradores fans del 5G.

El análisis del Samsung Galaxy Z Flip 5G, en imágenes / Susana C. Gómez

El exterior

Cerrado, encontramos las teclas de volumen y el botón de encendido (en el que se ha instalado el sensor de huellas dactilares) en uno de los laterales, ranura nanoSIM, las cámaras y una pequeña pantalla de una pulgada.

¿Para qué sirve esta pantalla? Es cierto que, de ser un poco mayor, podría sacársele más partido, porque se antoja escasa. Se puede mirar la hora, activar algún control y ver notificaciones pero, al ser tan pequeña, el contenido de esas notificaciones va pasando como en un carrete de titulares, y es complicado leerlo antes de que la pantalla se apague.

El análisis del Samsung Galaxy Z Flip 5G, en imágenes / Susana C. Gómez

Esa pantalla externa también ofrece una especie de previsualización de lo que se va a fotografiar con la cámara principal, pero sus dimensiones permiten comprobar que lo que se desea fotografiar está en plano, poco más. En todo caso tampoco merece mucho más comentario, porque da la impresión de que, como sucedió con la pantalla externa del Fold, quizás en futuras versiones del Z Flip la cubierta ofrezca mucho más que ahora.

Especificaciones

Pantalla

Dimensiones

Peso: 183 gramos.

Cámaras

Procesador: 7 nanómetros, 64-bit Octa-Core.

Memoria Interna: 8 GB de RAM con 256 GB de almacenamiento interno.

Batería Dual: 3,300 mAh (típica). Carga rápida compatible mediante cable de alimentación e inalámbrica. Wireless PowerShare.

Conectividad

Sensores: Sensor capacitivo de huellas dactilares (lateral), acelerómetro, barómetro, sensor giroscópico, sensor geomagnético, sensor Hall (digital, analógico), sensor de proximidad, sensor de luz RGB.

*El dispositivo ha sido cedido por Samsung para una prueba de dos semanas

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