Una hoja de ruta para transformar las ciudades

En Quebec se inició un proceso colaborativo en el que cada municipio ha trabajado en una serie de temáticas específicas; los resultados obtenidos se evaluarán en Córdoba

Burdeos
Estíbaliz Redondo

24 de septiembre 2024 - 11:53

A lo largo del desarrollo del anterior Congreso Mundial de Ciudades Patrimonio organizado por la OCPM en Quebec, se tomó conciencia de que el contexto mundial (crisis sanitarias, ambientales, económicas, sociales y conflictos bélicos) tenía una repercusión en las ciudades y, de manera muy destacada, en las que pertenecen al listado de la UNESCO puesto que uno de los compromisos que se adquieren es “adoptar las medidas jurídicas, científicas, técnicas, administrativas y financieras adecuadas, para identificar, proteger, conservar, revalorizar y rehabilitar ese patrimonio”.

Atenas

Sin embargo, no se puede dejar de lado que estamos ante lugares con vida, que evolucionan y se adaptan a las realidades cambiantes de las comunidades que viven en ellas, por lo que se han de dar respuestas concretas a las necesidades de esas ciudades Patrimonio para ofrecer una buena calidad de vida a los residentes, los usuarios y los visitantes. Es en este punto en el que surge la necesidad de contemplar otras formas de acción y analizar la puesta en marcha de nuevas prácticas urbanas. Para elaborar este nuevo proyecto urbano, el punto de partida se acordó un sistema basado en las experiencias y conocimientos especializados habilitando herramientas para que fueran compartidos entre las ciudades miembro, para de esta manera conjunta y enriquecedora se diera lugar a una nueva generación de políticas, estrategias y proyectos de planificación urbana en el que lo urbano, lo humano y el medio ambiente estén en armonía y en línea con las tendencias actuales de un desarrollo sostenible.

Bruselas

El documento en el que se recogen todas estas medidas es lo que se ha llamado “Hoja de Ruta de Quebec” y establece ese marco operativo que se inicia con una etapa en la que se han debatido las temáticas que posteriormente se trabajarán dentro de las Redes Colaborativas, compuestas por aquellas ciudades patrimonio que comparten una misma problemática urbana sobre la que quieren trabajar.

Los ejes estratégicos acordados en Quebec fueron: Ciudades inclusivas y cohesivas inspiradas en sus identidades y diversidad cultural, Ciudades resilientes impulsadas por la puesta en valor de sus recursos patrimoniales y “Buena gobernanza” que aporta un enfoque sistémico a la ciudad.

Salvador de Bahia (Brasil)

Sobre estos retos, las Redes Colaborativas analizaron doce temáticas específicas y posteriormente elaboraron sus planes de acción en función de las elegidas. Algunas de estas temáticas sobra las que han trabajado las diferentes Redes Colaborativas se han centrado en asuntos como la planificación del espacio para el refrescamiento urbano, el patrimonio intangible como recurso para la rehabilitación urbana,  la función residencial de los centros históricos de las ciudades, intervenciones arquitectónicas que disminuyen los valores patrimoniales, reglamentación del tráfico, inmuebles protegidos en estado de abandono, regeneración del centro histórico mediante un modelo de movilidad activa, distribución y uso compartido de las calles entre distintos usuarios y modos de desplazamiento, sensibilización y difusión de información sobre el Patrimonio a la comunidad local y oficios y técnicas tradicionales para la conservación del patrimonio.

Cuenca (Ecuador)

A lo largo de la fase de implementación, las redes Colaborativas recopilarán datos, y adoptarán un enfoque para poder ejecutar una exploración y experimentación in situ de las soluciones identificadas que resuelva la problemática planteada en su temática prioritaria. Para ello, cada una de ellas, elaborará su propio Plan de Acción en el que, unido a su temática prioritaria, recoge la problemática asociada e incluso pueden plantearse realizar un proyecto piloto en una de las ciudades para comprobar la idoneidad de las soluciones planteadas. Por otro lado, cada una de las Redes realizará informes de situación en los que se recogen las acciones realizadas y que es accesible para todas las ciudades miembro, pertenezcan o no a su red.

Dubrovnik (Croacia)

Posteriormente, en el Manifiesto de los Alcaldes se hizo una revisión y concretaron aún más esos retos a los que se enfrentan y que tienen un impacto significativo sobre el futuro de las ciudades del patrimonio mundial miembro de la OCPM.

El primero de ellos es adaptar las ciudades al cambio climático y reducir su impacto. El segundo está relacionado con la capacidad de los distritos históricos de reinvertarse mientras que el tercer reto se focaliza en fomentar las características que contribuyen a la habitabilidad de la ciudad patrimonio. Finalmente, el cuarto reto se centra en promover el patrimonio como recurso esencial para el desarrollo sostenible.

Cracovia (Polonia)

En función de estos retos, el Manifiesto de los Alcaldes en abril de 2024 marcó los ejes estratégicos en los que las ciudades ya habían asociado sus líneas de trabajo en las diferentes Redes Colaborativas. Uno de ellos, recalificar el hábitat, se basa en dar prioridad a la función residencial, mejorando la calidad de las edificaciones existentes y desarrollar una oferta de vivienda complementaria a la ya existente en la ciudad. A esto se le uniría el análisis orientado a mantener los residentes actuales y atraer a nuevos.

Con el objetivo de refrescar la ciudad, el segundo eje estratégico, se busca reducir las “islas de calor” y aumentar el número de “islas frescas” mediante el reverdecimiento de los espacios públicos, asociado con plantas y la presencia de agua. Se trata de preservar la naturaleza allí donde esté presente y plantar donde sea posible para reforzar y restaurar los valores sociales en los que se basa la comunidad.

Puebla (México)

La movilidad es el protagonista del tercer eje, con el que se pretende buscar la manera de sustituir el tráfico automovilístico por otros modos de transporte y así liberar los espacios públicos para recuperarlos y destinarlos a otros usos. Estos otros modos de transporte van a depender de que exista una red eficaz de transporte público y activo, al mismo tiempo que deben ofrecer alternativas para el acceso al centro histórico. Se pretende es que estas medidas estén relacionadas con un desarrollo urbano que favorezca la vida social y económica de los barrios.

Budapest (Hungría)

Finalmente, se pone el foco en la regeneración del entorno urbano y que esta revitalización y transformación de los centros históricos se realice de forma sostenible desde el punto de vista económico, social y medioambiental. Para ello se propone aprovechar la inteligencia del territorio, acumulada a lo largo de los siglos, y la identidad intrínseca de cada ciudad.

En definitiva, se pretende restaurar la funcionalidad y la integridad de los tejidos urbanos dañados, recalificarlos de una manera que permita las intervenciones urbanísticas convencionales siempre conservando una continuidad y una lógica histórica que garanticen su identidad y potencial.

La tercera etapa que recoge la Hoja de Ruta de Quebec es la de evaluación, en la que se extraerán lecciones de los resultados obtenidos y se compartirán experiencias entre todas las ciudades miembro. Esta etapa es la que se va a materializar en el Simposio de Córdoba y del que saldrá ese “Nuevo Proyecto Urbano”, propio de la OCPM, en el que el objetivo final es lograr mejorar la habitabilidad de las ciudades Patrimonio de la Humanidad.

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