De los puños y las pistolas

Fascismo en España | Crítica

Roberto Vaquero aborda los orígenes y la evolución del fascismo en España sin olvido de sus actuales rescoldos.

Roberto Vaquero. / Rodrigo Jiménez / Efe

La ficha

Fascismo en España. Orígenes y desarrollo. Roberto Vaquero. Renacimiento. 260 páginas. 18,90 euros

En la configuración del fascismo en España se agavillan las siglas morrocotudas. De una rama salen otras ramificaciones de las que a veces, salvo para los diletantes en la materia, es difícil seguir su origen auténtico y posterior singladura. El fascismo en España. Orígenes y desarrollo de Roberto Vaquero se ocupa, fundamentalmente, de su configuración y, sobre todo (es el hilo que casi vertebra el ensayo), del uso de la violencia desde los inicios como medio y fin y no como estrategia pasajera o aleatoria, con la intención de provocar, como en el caso español, la intervención del ejército.

Las JCAH, las JONS y Falange Española son hijas políticas y sociales de su proceloso tiempo (camisas negras de Mussolini, la variante parda pero exclusiva del nazismo). Vaquero analiza las dos figuras esenciales del fascio español. Sin ellas no se entiende la edad de oro –es un decir– de la violencia política y el pistolerismo a las falangistas maneras. Hablamos, pues, del menos conocido Ramiro Ledesma Ramos y de José Antonio Primo de Rivera, ambos muertos en 1936; el primero asesinado en una tradicional saca en el Madrid republicano, y el segundo fusilado por un piquete en la cárcel de Alicante.

Ledesma Ramos fue el fundador, junto a Onésimo Redondo, de las JONS (Juntas de Ofensiva Nacional-Sindicalista). Confluyó con José Antonio en Falange Española de las JONS, hasta su ruptura con él, lo que le llevaría a su expulsión y posterior ostracismo. A trazo grueso, en abril de 1937, el franquismo de primera hora ensopó para sí, a través del decreto de unificación, lo que pasó a ser Falange Española Tradicionalista y de las JONS. El autor apunta a lo que a ambos intelectuales desunía y lo que mayormente los unía (aversión al comunismo, fervor por la juventud, la citada dialéctica de los puños y las pistolas).

De ayer a hoy, Roberto Vaquero ha seguido la pista del llamado Movimiento Social Revolucionario y su Liga Joven. Sus actuales conmilitones se declaran herederos de los postulados de Ledesma Ramos. No renuncian a la violencia política y, aunque disueltos desde 2018, algunos de sus paladines aún se vertebran a través de editoriales, jornadas y círculos culturales. Este libro resulta necesario para poner orden en el término fascista. Hoy por hoy los iletrados lo usan por doquier con la gratuidad que otorga la más supina ignorancia.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Fascismo en España | Crítica

De los puños y las pistolas

Lo último