Muere David Lynch, un cineasta visionario, inquietante y único

Creador de iconos como 'Twin Peaks', 'Terciopelo azul' o 'Mulholland Drive', el realizador ha muerto a los 78 años.

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Muere David Lynch / Vídeo: Europa Press
Susana C. Gómez

16 de enero 2025 - 19:49

El cineasta David Lynch ha muerto a los 78 años, según anunció este jueves su familia en un mensaje en la cuenta oficial del cineasta en Facebook.

"Con profundo pesar, nosotros, su familia, anunciamos el fallecimiento del hombre y artista David Lynch. Hay un gran vacío en el mundo ahora que ya no está con nosotros. Pero, como él diría, 'Mantén la vista en el donut y no en el agujero'. Es un hermoso día con sol dorado y cielos azules todo el camino", ha escrito su familia.

Casado cuatro veces, a Lynch le sobreviven su última esposa, Emily Stofle, y cuatro hijos, entre ellos la cineasta Jennifer Lynch.

En agosto reveló que sufría un enfisema tras muchos años de tabaquismo y que no podía salir de casa por miedo a contagiarse de Covid-19. Pero, ante los rumores de una posible retirada, aclaró que no pensaba dejar de trabajar.

Una mirada única

Considerado como uno de los grandes directores de la historia del cine, Lynch deja como legado algunas de las películas más destacadas de las últimas décadas, como Cabeza borradora (1977), Terciopelo azul (1986) y Mulholland Drive (2001), además de la icónica serie de televisión Twin Peaks que marcó a toda una generación de espectadores de todo el mundo.

David Lynch.
David Lynch.

Nadie que viera sus obras podría confundirlas con las de nadie más. Lynch no pertenecía a ningún movimiento ni encajaba en ningún género, aunque en sus trabajos se encontrasen ecos de Luis Buñuel o Salvador Dalí o retazos del cine negro de clásicos como El crepúsculo de los dioses de Billy Wilder.

Como destacan los críticos, sus películas parecían intemporales, desconectadas de cualquier época o lugar concreto, lo que las hacía aún más sorprendentes y perturbadoras.

Reconocimientos y última etapa

Nominado a cuatro Oscar (como director por Terciopelo azul, Mulholland Drive y El hombre elefante, de 1980, que también le valió una nominación al guion adaptado), Lynch recibió finalmente un premio honorífico de la Academia en 2019.

Aunque retomó Twin Peaks con una decepcionante continuación en 2017, su producción cinematográfica decayó en las últimas décadas y pareció detenerse durante largos periodos tras su último largometraje, Inland Empire (2006).

Tras la mala acogida de este filme, se dedicó a la pintura (que cultivaba antes incluso que el cine), un negocio de fabricación de café y la meditación trascendental, práctica budista que había adoptado en la veintena.

David Lynch en el rodaje de 'El hombre elefante'
David Lynch en el rodaje de 'El hombre elefante'

En los últimos años, Lynch llamó más la atención por un corto de 17 minutos, What Did Jack Do?, de 2017, en el que interpretaba a un detective que interrogaba a un mono, que por cualquier otra cosa que hubiera hecho recientemente en el cine. Una aventura que parecía tanto una broma como una declaración artística.

Primeros años

David Keith Lynch nació en Missoula, Montana, el 20 de enero de 1946. Su padre, Donald, era investigador científico y su madre, Edwina, profesora de inglés; su trabajo les llevó a mudarse con frecuencia.

Lynch, que nunca fue un estudiante estelar, se formó con los Boy Scouts y, en años posteriores, muchos de los que le conocieron se sorprendieron de la contradicción entre sus modales suaves y las erupciones de violencia y blasfemia de su arte.

Cualquiera que intentara explicar la obra de Lynch a través de su educación tendría problemas. "Mis padres eran cariñosos y buenos", escribió en sus memorias.

Tras abandonar varios estudios universitarios, Lynch trabajaba como artista y grabador en 1966, cuando rodó su primera película, el cortometraje de cuatro minutos Seis hombres enfermando (Six Times). Ese y otros primeros trabajos le llevaron a conseguir una plaza en el AFI, que acababa de abrir un conservatorio en Los Ángeles que posteriormente se situaría entre las mejores escuelas de cine de Estados Unidos.

Primeros largometrajes

Lynch se matriculó junto a estudiantes entre los que se encontraban Terrence Malick y Paul Schrader, y pasó los años siguientes realizando su primer largometraje, Eraserhead (Cabeza borradora, 1977). Adorada y aborrecida a partes iguales, se convirtió en un título de culto y hasta Stanley Kubrick dijo que era una de sus favoritas.

De ahí pasó a El hombre elefante, gracias a que Mel Brooks se enamoró de su obra y la produjo. Basada en la historia real de Joseph Merrick, narraba la historia de un artista de circo del siglo XIX grotescamente deformado (John Hurt) que es descubierto y atendido por un cirujano iluminado (Anthony Hopkins). Aquello fue lo más cerca que estuvo Lynch de la aceptación general de Hollywood (nominaciones a los Oscar incluidas).

Pero todo eso lo perdió con Dune, una adaptación de gran presupuesto de la novela de ciencia ficción de Frank Herbert que el director siempre describió como "una pesadilla".

David Lynch, con Isabella Rossellini
David Lynch, con Isabella Rossellini

Su siguiente largometraje (que tomaba su título de la clásica canción de Bobby Vinton), Terciopelo azul, utiliza uno de los tropos narrativos favoritos de Lynch, la novela policíaca, para seguir a un joven ingenuo (Kyle MacLachlan) en un viaje de descubrimiento que arranca con una oreja cortada.

Su exploración le lleva hasta una cantante víctima de abusos sexuales (Isabella Rossellini, fichada después de que Helen Mirren rechazara el papel) y el letal, perverso y amenazador matón que la mantiene bajo su control (Dennis Hopper, que firmó un villano memorable y aterrador).

Durante el rodaje, Lynch dejó a su esposa, Mary Fisk, por Rossellini, con la que mantuvo una relación durante años.

Twin Peaks

La incursión de Lynch en la televisión con Twin Peaks fue revolucionaria. Un misterio con tintes de terror centrado de nuevo en un detective -MacLachlan- que investiga con otro agente (Michael Ontkean) el asesinato de la reina del baile, Laura Palmer (Sheryl Lee).

La banda sonora de Angelo Badalamenti reforzaba la espeluznante visión de la ficticia ciudad homónima y los misterios, enigmas y sorpresas generaban un sinfín de especulaciones entre los fans mucho antes de internet y las redes sociales.

El hallazgo del cuerpo de Laura Palmer al comienzo de 'Twin Peaks'
El hallazgo del cuerpo de Laura Palmer al comienzo de 'Twin Peaks'

Considerada un icono de la cultura popular y una de las mejores series de televisión de todos los tiempos, Twin Peaks perdió fuelle cuando Lynch se marchó a mitad de la serie para rodar Corazón salvaje -ganadora de la Palma de Oro de Cannes en 1990, con Laura Dern e Isabella Rossellini junto a Nicolas Cage- y fue cancelada en su segunda temporada. Aun así, Lynch la revisitó, con un largometraje (Twin Peaks: Fuego camina conmigo, de 1992) y la serie de 2017.

Twin Peaks marcó el apogeo de la carrera de Lynch. Nada de lo que volvió a hacer tuvo el mismo efecto, incluidos sus dos largometrajes posteriores, Carretera perdida (1997) y Una historia verdadera (1999). La primera nunca caló en el público, mientras que la segunda, una película de viajes por carretera con Richard Farnsworth, fue mejor recibida por la crítica, pero también fracasó económicamente, a pesar de una nominación al Oscar.

Mulholland Drive

Pero cuando muchos le consideraban poco menos que acabado, firmó la que muchos consideran su obra maestra, Mulholland Drive. Protagonizada por Naomi Watts como una actriz recién llegada a Los Ángeles, el drama la sigue mientras entabla amistad con otra joven (Laura Elena Harring), amnésica tras un terrible accidente de coche.

David Lynch, con Naomi Watts en 'Mulholland Drive'
David Lynch, con Naomi Watts en 'Mulholland Drive'

El proyecto comenzó como otra serie de televisión que no llegó a buen puerto. Año y medio después del rodaje del piloto, en 1999, Lynch lo retomó: reunió a su reparto original y rodó 18 páginas adicionales, redondeando la trama y dando coherencia a su misterio. Una vez más, el director utilizó su estructura favorita, una investigación: las dos mujeres intentan conocer el misterioso pasado de la amnésica, lo que las lleva a un mundo cada vez más extraño de matones, asesinos, cantantes y cineastas (incluido Justin Theroux).

Lynch despliega una historia en la que nunca queda claro qué es real o imaginario, fingido o auténtico, para crear su obra más compleja desde el punto de vista artístico y filosófico, objeto de todo tipo de análisis desde entonces.

Ocurría algo similar con otros títulos de su carrera. Y él no hacía mucho por aclararlo: no le gustaba nada que le preguntasen qué significaban sus películas

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