La Guardia Suiza Pontificia: 500 años de lealtad y protección al Papa
Esta unidad de élite, formada exclusivamente por ciudadanos suizos católicos, ha defendido a los pontífices durante más de cinco siglos y mantiene su misión de seguridad en el Vaticano
En directo | Más de 50.000 fieles han rendido tributo al papa Francisco en el velatorio

La Guardia Suiza Pontificia, institución militar con más de 500 años de historia, continúa siendo el principal cuerpo encargado de velar por la seguridad personal del Papa y su residencia. Fundada en 1506 por el papa Julio II, esta unidad compuesta exclusivamente por ciudadanos suizos católicos representa uno de los cuerpos militares más antiguos del mundo en servicio activo ininterrumpido.
Entre las responsabilidades fundamentales de los guardias suizos destacan la protección del Sumo Pontífice durante sus desplazamientos, la vigilancia de los accesos al Estado de la Ciudad del Vaticano y la custodia del Colegio Cardenalicio durante la Sede Vacante. La institución depende directamente del Papa, quien ejerce su autoridad a través del Cardenal Secretario de Estado, aunque durante los períodos de sede vacante pasa a las órdenes del Colegio Cardenalicio bajo la autoridad del Cardenal Camarlengo.
Los 135 efectivos que actualmente conforman este cuerpo participan además en ceremonias religiosas, audiencias papales y otros servicios protocolarios, recibiendo instrucciones del Prefecto de la Casa Pontificia para estas funciones específicas.
De mercenarios a guardianes del Vaticano
Los orígenes de la Guardia Suiza se remontan a principios del siglo XVI, cuando los mercenarios helvéticos gozaban de gran prestigio militar en Europa. Procedentes de una Suiza superpoblada con escasez de trabajo, estos soldados profesionales destacaban por su formación en combate con picas y arcabuces.
El Papa Julio II, inmerso en campañas militares para ampliar los dominios eclesiásticos, contrató en 1505 a 150 soldados suizos procedentes de cantones católicos. Al mando de Kaspar von Silenen, estos hombres llegaron a Roma el 22 de enero de 1505, integrándose en el ejército pontificio y asumiendo la protección del Papa y sus posesiones.
El momento más dramático en la historia de este cuerpo llegó durante el Saco de Roma en 1527, cuando 147 guardias suizos sacrificaron sus vidas para permitir la huida del papa Clemente VII al Castillo de Sant'Angelo mientras las tropas imperiales, mayoritariamente protestantes alemanas, invadían la ciudad.
Modernización y estrictos requisitos actuales
Tras un período de declive entre los siglos XVIII y XIX, la Guardia Suiza experimentó una profunda renovación bajo el mandato del comandante Jules Repond en 1910. Este oficial estableció un riguroso programa de entrenamiento militar y modernizó tanto el arsenal como la uniformidad del cuerpo, introduciendo el característico uniforme que hoy conocemos.
Actualmente, la Guardia mantiene unos estrictos requisitos de admisión: solo pueden incorporarse varones católicos suizos, de entre 19 y 30 años, que hayan completado el servicio militar en su país y que firmen un contrato de al menos dos años.
La bandera de la Guardia Suiza, dividida por una cruz blanca en cuatro campos, incluye el emblema del Papa actual y el de Julio II sobre fondo rojo, además de los colores tradicionales del cuerpo: azul, rojo y amarillo. Sus patronos son San Martín de Tours (11 de noviembre), San Sebastián (20 de enero) y San Nicolás de Flüe (25 de septiembre).
En colaboración con la Gendarmería Pontificia, la Guardia Suiza continúa velando por la seguridad del Estado Vaticano, custodiando sus cuatro puertas de acceso y la entrada a recintos como la Basílica de San Pedro, además de proteger al pontífice durante grandes eventos como cónclaves y concilios, manteniendo así viva una tradición militar de más de cinco siglos al servicio de la Santa Sede.
Pospone su tradicional juramento por la muerte de Francisco
La Guardia Suiza ha pospuesto el tradicional juramento de sus nuevos miembros en señal de luto por el fallecimiento este lunes del papa Francisco. El juramento debía celebrarse como cada año el 6 de mayo, cuando se conmemora el 'Saqueo de Roma' de 1527, pero se ha pospuesto a una fecha aún por establecer, previsiblemente el próximo otoño. "En estos días de dolor y recogimiento, tras la defunción de nuestro amado Santo Padre papa Francisco, la Guardia Suiza está plenamente concentrada en su propia misión y se une en oración por su eterno reposo", se lee en un comunicado del cuerpo.
También te puede interesar
Lo último