El ‘logos’ de la Inteligencia Artificial

Tecnología y sociedad

Málaga acogió el pasado viernes la celebración de la jornada ‘Es hora de hablar de la inteligencia artificial: demos la palabra a la sociedad civil’, patrocinada por Quirón-Salud

La medicina es uno de los campos en los que la IA está haciendo mayores contribuciones

Leonardo Cervera, Paz de Torres, Tomás Urdas y Felipe Gómez-Pallete momentos antes del coloquio celebrado en el Centro Cultural La Malagueta. / Javier Albiñana
Ramiro Navarro

12 de mayo 2024 - 08:51

La aplicación de herramientas basadas en Inteligencia Artificial (IA) está revolucionando muchos ámbitos, entre ellos el de la salud y la práctica clínica, y su llegada ha despertado ciertos mitos, más o menos infundados, y una percepción ciudadana que todavía asiste con asombro a sus logros. El paso del mito al logos alude en la historia de la filosofía a la transición de las formas míticas de pensamiento al nacimiento de un pensamiento racional basado en el conocimiento. Con ánimo de derribar mitos en torno a la IA, acercar su significado y realidades prácticas que nos atañen, abordar el futuro de su regulación y promover el debate en una ciudadanía crítica, el Centro Cultural La Malagueta, en Málaga, acogió el pasado viernes la celebración de la jornada ‘Es hora de hablar de la inteligencia artificial: demos la palabra a la sociedad civil’.

El encuentro, patrocinado por Quirón-Salud, contó con la presentación de Tomás Urdas, director gerente del Hospital Quirónsalud de Málaga, que dio paso a los conferenciantes Paz de Torres y Felipe Gómez-Pallete, fundadores del laboratorio de ideas Asociación por la Calidad y Cultura Democráticas. La idea de celebrar este acto surgió a partir de la publicación del libro Que los árboles no te impidan ver el bosque. Caminos de la inteligencia artificial (Editorial Círculo Rojo), del que son autores ambos ponentes. Además, también participó Leonardo Cervera, director de la Oficina del Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD) y miembro de la Academia de Ciencias de Málaga (corresponsal en Bruselas) que desglosó algunas de las claves sobre el primer Reglamento de Inteligencia Artificial (IA) de la Comisión Europea.

“Nuestro propósito con estas conferencias es acercar conocimiento y que la gente pierda el miedo a hablar sobre IA y pueda tener criterio al respecto”, explica Gómez-Pallete. “Nos interesa difundir en qué consiste la IA y facilitar herramientas que ayuden a entrar en los debates que encierra su aplicación. No se trata de una aparición, sino de una revolución. Queremos desmitificar, tanto en el sentido positivo como negativo, los misterios que aparentemente encierra la IA”, apunta Paz de Torres.

Sobre esa desmitificación, Gómez-Pallete afirma que “si quitamos tópicos y lugares comunes, las ideas se aclaran mucho”. “Entre esos mitos y tópicos está que la IA pone en riesgo la existencia de la humanidad o que la tecnología es neutra. La tecnología es neutra y depende de para qué la utilices, pero el proceso de creación desde el laboratorio hasta el mercado no esneutro y responde a intereses económicos y políticos”.

Leonardo Cervera, Paz de Torres y Felipe Gómez-Pallete. / Javier Albiñana

El encuentro, más que ahondar en aplicaciones o en el uso de la IA en herramientas ya existentes y la casuística de aplicaciones, programas, algoritmos o código, trató de aportar las bases para entender cómo la IA ya está presente en soluciones del día a día y cómo acercarse a este fenómenos que tiene connotaciones positivas y negativas. “Ni todos nuestros problemas, como sociedad, se solucionarán con la IA; ni tampoco será el origen de los males de la humanidad”, señala De Torres.

La inevitabilidad de la IA como una inteligencia superior a la humana es un mito, sustentado por la larga tradición cultural de convertir los mitos en monstruos y en profecías autocumplidas. “Precisamente el campo de la medicina es uno de los campos en los que la IA está haciendo mayores contribuciones con, por ejemplo, el análisis a gran escala de información clínica o imágenes médicas para mejorar el diagnóstica o la mejora en la tecnología quirúrgica”, señala Gómez-Pallete. Asimismo, depende de cómo utilicemos la IA generativa o ChatGtp podemos hacer lecturas positivas o negativas.

Respecto al ámbito regulatorio, el experto cree que “todo es una lucha entre el capital y los gobiernos que velan por la dignidad y los derechos humanos fundamentales”. “Los reguladores intentan contemporizar entre estos dos vectores. Unas veces la balanza se inclina hacia un lado y otras veces hacia otro. La regulación es imprescindibles pero tienen ese reto de conciliar estas fuerzas antagónicas”, añade.

Para Paz de Torres, aunque existe ya un reglamento europeo de aplicación inmediata, “el debate en torno a esto está abierto”. “Queremos subrayar esa necesidad de regular, porque todo poder absoluto es tiránico; y debe ser una regulación transversal, no controlada por las empresas implicadas y que a la vez no coarte la innovación que se pueda hacer”, apunta.

Ley de aplicación inminente contra riesgos y amenazas

Leonardo Cervera es director de la Oficina del Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD), la institución que ahora mismo es la autoridad de supervisión en materia de Inteligencia Artificial a nivel europeo. Cervera no comparte “el enfoque tecnofóbico que alimenta muchos de los mitos que circulan sobre la IA”. “A la Inteligencia Artificial hay que abrazarla y aprovecharla para los usos útiles que tiene. Debemos regular de una manera inteligente para que aquellos usos que comportan riesgos o son incompatibles con derechos de las sociedades democráticas, estén prohibidos mediante ley”. La Ley europea comenzará a aplicarse en junio. En su opinión, “el debate social y político ya ha concretado cuestiones que no son asumibles”. Por ejemplo, “la ley prohíbe el reconocimiento facial en espacios públicos porque vulnera cualquier derecho de anonimidad y que va demasiado lejos; o cualquier tipo de tecnología que sirva para inferir pensamientos o emociones”. “La ley no regula la tecnología en sí sino su uso. Puede servir para mejorar el derecho a la información o para restringirlo. Puede servir para mejorar la participación ciudadana o para limitarla. Estamos viendo como países terceros utilizan los ciberataques para socavar cimientos de nuestra democracia como son los procesos electorales. Por eso la ley y las instituciones europeas deben saber defendernos de todas esas amenazas”, explica Cervera.

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