Ezequiel Martínez

Otoño caliente

La tribuna

8964139 2024-10-10
Otoño caliente

10 de octubre 2024 - 03:10

No aprendemos a disputar sino para contradecir, y cada cual contradiciéndose y al verse contradicho, acontece que el fruto del cuestionar no es otro que la pérdida y aniquilamiento de la verdad” (Platón, República). El francés Michel de Montaigne (1533-1592) reseña en sus Ensayos, esta enseñanza de Platón, quien acusaba a sus conciudadanos de espíritus ineptos y mal nacidos que mienten a sabiendas y aniquilan la verdad, y se pregunta el francés ¿cuál será el fin al que se llegue, yendo el uno hacia el oriente y hacia el occidente el otro? Mi primera andanada va dirigida contra los políticos, sálvese quien pueda, y creo que son más los que se salvan que los que, obedeciendo a los líderes y al balido del rebaño, mienten, vituperan y calumnian sin ninguna vergüenza. Esos políticos mendaces ofrecen una imagen deplorable para sus acólitos, para sus adversarios y para la sociedad en general, pues el ciudadano debe pensar: ¡si éstos que dicen representarnos, y que cobran un pastón por ello, mienten como bellacos, porque no hacerlo yo, porqué no mentir a mi entorno y a los niños y niñas que nos ven y escuchan y que confunden, la verdad que resplandece con la mentira que envenena las relaciones entre las personas. Si no recuperamos la verdad, mal vamos. Y vemos como se miente con descaro, ¡es una vergüenza, que hemos hecho los españoles para merecer esto!

A finales de setiembre participé en un acto de homenaje a Caballero Bonald en Chipiona, y fue esperanzador escuchar a poetas, mujeres y hombres, leer poemas del Premio Cervantes dedicados a Doñana, la mítica Argónida, y de nuestra cosecha, loando a la naturaleza y la belleza, pero también denunciamos las guerras en nuestro entorno y las guerras de los políticos en nuestro solar patrio.

La poesía es sanadora y ayuda a las personas a superar los infortunios que la vida en común plantea. La poesía debe denunciar aquellas situaciones que impiden el desarrollo de los derechos y libertades conseguidos con tanto esfuerzo.

El otoño avanza a la espera de la deseada lluvia. El calor del verano adelantó la vendimia y las uvas ya están en los lagares en casi toda Andalucía. La campaña del verdeo se adelantó a finales de agosto por el calor. En Sevilla, las previsiones de producción son del 60% en la variedad manzanilla, y de un 20% en la gordal. Las estimaciones para la campaña de aceite en Andalucía son un 76% más que la producción de la pasada campaña, con 5.300.000 Tm de aceituna y 1.021.000 Tm de aceite. Mientras la candidatura del paisaje del olivar andaluz a Patrimonio de la Unesco, está atascada incomprensiblemente, agricultores de las campiñas de Jaén y Córdoba protestaron contra la expropiación forzosa de sus olivos por parte de la Junta. Los proyectos de megaplantas fotovoltaicas en Lopera, Arjona y Marmolejo, precisamente la zona 14 de la candidatura a la Unesco, han soliviantado a los agricultores que rechazan las placas en defensa del patrimonio del olivar. ¿En qué quedamos? No entiendo el rechazo por parte de algunos a la candidatura Unesco.

En septiembre la gente volvió a la normalidad. Cada cual a su trabajo, a su estudio, a su quehacer. Veo en las redes la foto de un niño en un escenario de destrucción. El niño apoya un cuaderno sobre un bloque de hormigón y escribe posiblemente sobre los horrores de la guerra en Gaza o en Libano. Mientras en Europa hemos regresado a nuestra normalidad, a unos miles de kilómetros, en Ucrania, en Gaza, y ahora en Líbano, impera la guerra, la destrucción, el horror y el miedo a morir. Cada día asistimos ante la televisión, al barbarismo ruso de Putin en Ucrania y al holocausto perpetrado por el criminal Netanyahu contra el pueblo palestino en Gaza, en Líbano, y ahora amenaza a Irán, imitando a lo que hizo Hitler con el pueblo judío. Ante la muerte de algunos dirigentes de Hamas y de Hezbolá, por parte de Israel, Irán ha entrado en escena y ha bombardeado el país hebreo. Se cumple un año (7 octubre 2023) de los atentados terroristas de Hamas contra Israel, con 1.195 muertos, y 251 rehenes, 117 liberados. El conflicto se agrava en Oriente Medio. El Gobierno y el ejército Israelí están cometiendo un genocidio con el pueblo palestino con más de 42.000 muertos, más 2 mil en Líbano, cien mil heridos, y más de un millón de desplazados, y tendrán que pagar por ello ante un Tribunal Internacional de Derechos Humanos. Mientras los niños palestinos sobreviven al infierno y no pueden ir a la escuela, nuestros hijos y nietos lo hacen con normalidad. Es la diferencia entre Guerra y Paz. Miro al cielo y veo nubes blancas y grises en este otoño que es verano todavía, y no veo volar a palomas de la paz, sino a halcones y a buitres carroñeros tratando de exterminar al otro, al diferente, al inocente, y eso me entristece. Oigo Lacrimosa del Réquiem de Mozart. Nos queda la esperanza y la poesía sanadora.

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