Le reina de la basura
La tribuna

Belén Esteban, la princesa del pueblo y la reina de la basura, añado yo. Símbolo supremo de nuestros tiempos, reina de lo zafio, lo hortera, lo inculto, lo chabacano, la astracanada… pero que arrastra audiencias. Flaco favor le hace el Ayuntamiento de Sevilla al colectivo homosexual (pónganle ustedes todos los nombres más que les parezca) al contratar como pregonera de su fiesta a esta súper choni, pero claro, es que el PP en cuestiones de modernidad casi siempre se equivoca, porque quieren parecer lo que no son.
Además, el dispendio para contratar a Belén Esteban no puede ser más inoportuno, precisamente cuando Televisión Española, controlada por el Gobierno social-comunista, después de rescatar a la banda cotilla de Telecinco, defenestrada de la cadena privada por pasarse de la raya (no sonrían) pagándoles a precio de oro su sensacionalismo cutre de la crónica social, ha tenido que suprimir el programa, que no ha llegado a dos meses en antena. Torpeza absoluta, una vez más del quiero y no puedo parecer moderno.
Conozco a votantes, simpatizantes, afiliados y políticos del PP, varios de primera fila, que son una cosa delante de las cámaras y en los actos públicos y otra muy distinta cuando los tratas en la cercanía privada, relajados, mostrando su verdadera cara ideológica. Pero tienen ese permanente complejo de querer aparentar frente a la izquierda que ellos son tan “progresistas” como el qué más, despreciando a quien les vota. Esto ya les ha costado más de tres millones de votos que se fueron a Vox, partido precisamente nacido desde la disidencia desencantada del PP y ahora cajón de sastre de cierto pragmatismo patriota de grupos más radicales.
Lo malo es que además se le está birlando a la tan necesitada ciudad un dinero importante. No solo los 26.000 euros del ala que se lleva la ex de Jesulín de Ubrique, sino la morterada que se lleva la organización de la cabalgata y todo lo demás. ¿De verdad el colectivo necesita todavía ese despliegue de pluma y horterada por las calles de la ciudad? Creo que la sociedad tiene ya más que asumido que cada cual pueda tener las tendencias sexuales que le parezca y, en cualquier caso, la reivindicación en plan Village People por las calles quizás no sea lo más óptimo, aunque por otra parte ¡oye! allá cada cual y que cada uno monte las cabalgatas y fiestas que quiera, eso sí, sin saquear el bolsillo de los contribuyentes. No hay para hacer sustituciones de funcionarios en verano, pero sí para esto.
No quito que para muchos la tal Esteban sea un modelo de ascenso social y económico, desde una clase humilde (desconozco los orígenes socio familiares de la señora) hasta el estrellato televisivo, de Ciudad Lineal a la cumbre del pirulí. También es cierto que no llega todo el que se lo propone, estamos hartos de ver juguetes rotos de este tipo, y bien es verdad que la buena señora es una superviviente, ahí lleva instalada años delante de las cámaras.
Supongo que alguien le escribirá el discurso a la pregonera y quizás las claves irónico humorísticas del evento se me escapen y su designación sea todo un acierto. Como predijo el gran Umberto Eco en su De la estupidez a la locura: “con tal de que alguien nos mire y hable de nosotros, estaremos dispuestos a todo”.
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