Con tres basta

Resulta que Jaén Merece Más no iba de farol. Esas quejas por el incumplimento del “Pacto por Jaén” no eran sólo postureo o rabieta de cara a la galería y a sus populares socios de Gobierno. El detonante sospecho que hay que buscarlo en los presupuestos de la Junta para 2025, que no cubrían las expectativas más mínimas para consumar lo acordado. Hasta ahí parece lógico, porque si de algo están hartos los jiennenses es de partidas presupuestarias fantasma o que se copian y pegan de un año para otro sin llegar a ejecutarse jamás. Debe haber sido la gota que colma el vaso. 

Poco después de estrenar este próximo 2025, y apenas digerida la cena de Fin de Año, el 2 de enero, se celebrará el pleno municipal que acabará con otro alcalde en el Trono de Hierro. O de madera de olivo, por contextualizar. Seguro que el guión (con tilde, sí) estará más que escrito, pero aun así tiene cierta emoción el desarrollo de la moción de censura. Lo que daría por estar entre bambalinas periodísticas. Es de esos días que se disfrutan desde la trinchera, aunque no te guste la política en general, ni la municipal, en particular. La crónica de esa intrahistoria tendrá más emoción que la noticia en sí. Si no, al tiempo. 

Hay que reconocer que el anuncio sorprendió a propios y extraños, tanto que hasta en La Sexta la moción de censura se dio a media mañana como noticia bomba. Después vi que ya lo había adelantado mi Jaén Hoy de cabecera, como no podía ser de otra manera… Pero, vamos, que en lugar de ser viernes, 13, llega a ser 28 de diciembre y habría creído al cien por cien que era una magnífica inocentada.  

Después se ha desvelado que el jiennense Juan Francisco Serrano, mano derecha y, sobre todo, izquierda de Santos Cerdán, fue quien cocinó el potaje prenavideño de la moción de censura, con el toque gourmet de calidad de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero y, como sabiamente dijo otro Serrano (José Manuel, director de este periódico), con el maestro fogonero, Paco Reyes, detrás de todo el guiso. Se habla de un plan de saneamiento de la deuda municipal, un necesario alivio para las arcas municipales, como quid del éxito de la nueva alianza. Ansiosos esperamos los detalles. 

 Visto desde la distancia (unos 900 kilómetros y pico) llama la atención el momento que ha elegido el socialista Julio Millán para aliarse con esos compañeros de Ferraz cercados como nunca por la corrupción. En lugar de huir del barco cuando se hunde, se sube al puente de mando como el primero. Lo que se llamaría darse un tiro en el pie, si se tiene en cuenta que hay quien vaticina elecciones generales antes del verano.  

Por no hablar de Jaén Merece Más y sus decisivos tres concejales. Una formación que decide dar un giro radical y aliarse, ahora, con un partido a nivel nacional más pendiente de criticar a los jueces que de gestionar. La ciudad de Jaén será una isla entre las otras capitales andaluzas, gobernadas todas por el PP. Ojalá ese salto al vacío de 180 grados no perjudique más a los jiennenses. Porque Jaén eso sí que no lo merece.