El lanzador de cuchillos
Martín Domingo
Superioridad femenina
El lanzador de cuchillos
Durante milenios, la excusa para oprimir a las mujeres fue que, de media, tienen cerebros más pequeños. Lo cual es un hecho. Y los hombres estaban muy satisfechos con esta realidad objetiva. Como bien sabéis, queridas lectoras, para nosotros el tamaño lo es todo. Pero, cuando la tecnología moderna hizo posible contar el número de neuronas del cerebro, se descubrió que las mujeres tienen el mismo número de neuronas que los hombres. La diferencia es que en los machos las neuronas están más separadas entre sí. Lo que explica por qué los machos son más lentos. Vosotras lo sabéis muy bien. Nos hacen una pregunta y caemos en un apagón cognitivo que nos impide articular una respuesta rápida. Esto sucede precisamente porque en nuestro cerebro la información tarda más tiempo en pasar de una neurona a otra. Las distancias entre nuestras neuronas son siderales y eso nos frena.
Pero últimamente la cuestión ha dado la vuelta como un calcetín. Son ya numerosos los estudios que certifican que la mujer es netamente superior al hombre. Que sois mucho más listas que nosotros. Y la ciencia pronto producirá embarazos usando el ADN de dos mujeres, así que nuestros días, queridos camaradas, están contados.
Sabemos ahora lo que antes intuíamos, pero nos negábamos a reconocer: muchos de los grandes descubrimientos científicos fueron hechos por mujeres. Parece que fue Mileva Maric, física y matemática, esposa de Einstein, quien dio origen a las ideas subyacentes a la teoría de la relatividad y se rumorea que fue Rosalind Franklin quien alumbró las estructuras moleculares del ácido desoxirribonucleico. Podría continuar con decenas de ejemplos que parecen demostrar que los hombres no son más inteligentes que las mujeres, sino simplemente más deshonestos.
Pero, queridas niñas, hay más. Los estudios de Halpern y LaMay, Roivainen o Chatirvedi destacan características cognitivas específicas de las mujeres: mejora de las habilidades verbales y de memoria, velocidad de procesamiento, capacidad de hacer varias cosas a la vez, mayor inteligencia emocional y superior capacidad para liderar un grupo de trabajo que trabaje en proyectos innovadores. Dicho esto, surge espontáneamente una pregunta: ¿cómo es posible que seres tan maravillosos y notoriamente superiores se dejen dominar por los hombres? ¿Cómo es posible que el patriarcado haya triunfado durante cinco mil años y aún no haya sido barrido de la faz de la tierra? Dejaré que gente más inteligente que yo encuentre la respuesta.
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