Rosa de los Vientos
Juana González
La solución está en el interior
Rosa de los Vientos
Antes de que empiecen a leer este artículo estará caducado, lo sé, y me atrevo a ello aún a sabiendas de que todo lo que diga será papel mojado. O quizá no.
La cuestión es que cuando escribo estas líneas faltan apenas unas pocas horas para que el presidente del Gobierno realice una declaración institucional desde el Palacio de La Moncloa, en teoría, para dar a conocer el relevo de la vicepresidenta tercera del Gobierno, Teresa Ribera, futura comisaria europea tras una negociación con el PP. Dura y muy elocuente, ya que deja en entredicho las líneas que no se deben saltar y se han saltado para dejar entrar en la Comisión Europea a la ultraderecha italiana y húngara, escorando a la derecha el peso de la Eurocámara. El famoso cordón sanitario ha saltado por los aires como si nada, dejando al aire las vergüenzas de unos y de otros. Una vez más nos demuestran que se saltan sus propios límites cuando les viene en gana y, encima, tenemos que creer que está lloviendo.
Y, todo ello, con el telón de fondo de la bomba expansiva que soltó el empresario conseguidor Víctor de Aldama el pasado jueves, tras dos horas de declaración ante el juez. Tan explosiva que le abrió la puerta de la cárcel y esa misma noche abandonó la prisión con el beneplácito de la Fiscalía.
Tiemblan los cimientos socialistas y la zozobra planea sobre el Congreso Federal del próximo fin de semana, aunque sería de ilusos esperar una dimisión del único candidato a la secretaría general del partido. Muy al contrario, lo más probable es que se convierta en un blindaje a Sánchez, después de la purga previa de delegados díscolos o críticos.
Mientras, el líder de la oposición se pone a disposición de quien quiera unirse a él para una hipotética moción de censura contra Sánchez y sacarlo de La Moncloa. Por menos echaron a Rajoy, eso es así.
Igual que decían de la belleza en la “Bella y la Bestia”, la solución del PSOE está en su interior: Felipe González. Los progresistas de bien, que los hay en mayoría, deberían apoyar el regreso de una figura respetada y respetable, capaz de abrir puertas y ventanas para que entre la gracia de Dios y ventilar el insoportable tufo a corrupción.
Siempre y cuando, claro, el PSOE quiera salvarse.
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