
Vericuetos
Raúl Cueto
Singing in the rain
Las dos orillas
La gente que no viaja no sabe lo que se pierde. Depende a donde se viaje, por supuesto. A los que nos gusta viajar en tren es innecesario que nos cuenten lo mal que está el servicio. Es que el servicio está cada vez peor. Los que tienen que servir al público se mosquean y amenazaron con una huelga porque no quieren que los Rodalies de Catalunya se independicen de Renfe. Pero, además, están las averías, que de vez en cuando perturban el servicio. Y están los elementos desatados, con este pasillo de borrascas que va inundando las autopistas y las vías ferroviarias. Y está el ministro de Transporte, Óscar Puente, que es un señor que se hizo famoso como dóberman político, no como mascota del presidente. Y están los billetes gratis para algunos…
Los trenes andaluces de Cercanías y Media Distancia no tienen nada que envidiar a los de Rodalies. Yo he viajado en los Rodalies varias veces, y la verdad es que los catalanes tienen razones para quejarse. Los catalanes también son hijos de Dios, con sus necesidades de movilidad. Los catalanes se están enmendando, y ya han mandando a Puigdemont a la oposición de la Generalitat en el exilio. Yo he escuchado insultar a Puigdemont en catalá, pues ellos lo conocen mejor. Los catalanes cada vez votan menos a Junts y ERC; el problema no es ese, sino que Pedro Sánchez cada vez los trata con más cariño, a la medida de sus necesidades. Y les promete muchas cosas, aunque no cumple ninguna.
Por ejemplo, los Rodalies. Eran un desastre, antes de que el Gobierno pactase con ERC y Junts a cambio de los votos. Y lo siguen siendo ahora, cuando a los partidos indepes les ha dicho que les dará la independencia ferroviaria dentro de dos años. Y a los sindicatos de Renfe les ha dicho que no se la dará nunca. ¿Se la dará o no? Lo primero que deberían hacer es poner unos trenes más decentes.
Y en Andalucía, la Junta pidió café para todos. Si ellos tienen los Rodalies, nosotros queremos los Cercanías. Pero tened en cuenta lo que circula, que esto es como si te regalan un borrico cojo. Lo primero que deben hacer es poner unos trenes más decentes, esto ya se había dicho antes. A los catalanes y a los andaluces. Trenes que no se averíen para todos. Y si es con café de Saimaza o Catunambú, mejor.
La gente decía resignada: cuando caen cuatro gotas se estropean los trenes. Ahora caen cuatro mil gotas y cuatro granizadas todas las semanas de marzo, por lo que vamos de mal en peor. El martes no se podía viajar entre Sevilla y Cádiz, dos provincias donde viven 3,2 millones de personas. ¿El progreso era ese tercermundismo?
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