Gafas de cerca
Tacho Rufino
Un juego de suma fea
Crónica personal
Se empeña Moncloa en señalar a Carlos Mazón, del PP, como máximo responsable de la tragedia provocada por la DANA, tragedia acrecentada por la pésima gestión de la ayuda. Si hubiera sido mejor, se habrían evitado muchas de las muertes, y el derrumbe de viviendas e infraestructuras que ha dejado sin nada a miles de familias.
Mazón cometió errores impropios de un dirigente, como los cometió también su equipo, y con el transcurso de los días se conocen nuevos datos que confirman que no supieron calibrar la magnitud del desastre y por tanto no tomaron las decisiones obligadas. Pero por encima de la falta de profesionalidad del presidente valenciano, está la reacción del Gobierno central, que en su afán por desacreditar a una autoridad del PP dejaron en absoluto abandono a toda una región que ha vivido el drama mayor de su historia.
Un sector de la izquierda, precisamente el que cuenta con menos principios y más demagogia, el que se vuelca permanentemente en defender sus intereses en lugar de defender los de todos los españoles –cómo se echa de menos a Rubalcaba, de una calidad política y humana excepcional– pone mucho empeño en desarrollar “el relato”. Lo hizo Zapatero para justificar lo injustificable con aquel intento de blanquear a los etarras y su brazo político, que luego continuó con más empeño Pedro Sánchez hasta el punto de incorporar a Bidu a la lista de sus socios. Una inmoralidad que hirió profundamente a las víctimas de ETA. El blanqueo de figuras y partidos detestables tuvo su continuidad con las cesiones de Sánchez al independentismo.
Ahora, ante la necesidad de un buen “relato”, los sanchistas y quienes les aplauden cargan contra Mazón. Efectivamente no hizo el mejor papel, pero el responsable del abandono a los valencianos ante su inconmensurable tragedia es Pedro Sánchez. Y sus ministros. De la misma forma que consideró la erupción del volcán de La Palma una responsabilidad nacional –por cierto, sigue sin llegar la ayuda prometida– la DANA de Valencia, Andalucía y La Mancha es responsabilidad del Gobierno nacional. El de todos. Todos. Y la frase de Sánchez “si necesitan más recursos que los pidan” es miserable. ¿Nadie en su Gobierno, empezando por él mismo, advirtió que efectivamente Valencia necesitaba más recursos? ¿Nadie de Moncloa, empezando por él mismo, se dio cuenta de que aquel desastre no se podía arreglar con unos voluntarios limpiando con escobas? Importante, clave, la intervención de la UME, a la que hay que agradecer siempre su trabajo, pero allí se necesitaban maquinaria y recursos que solo tiene el Ejército.
No puede haber peor gobernante que el que, además de no atender a los ciudadanos, solo está preocupado por su imagen y por quedar mejor que cualquier adversario. Y si no puede, como es el caso, intenta desviar la atención hacia el partido rival.
La manifestación contra Carlos Mazón es un insulto a la inteligencia. El presidente valenciano pudo hacerlo mejor, pero si alguien merece manifestaciones de protesta es Pedro Sánchez Pérez-Castejón.
También te puede interesar
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Un juego de suma fea
Notas al margen
David Fernández
Juanma Moreno se adentra en las tripas del SAS
La esquina
José Aguilar
Feijóo falla en el peor momento
El balcón
Ignacio Martínez
Fallo en el sistema
Lo último