Pasó el día...

El Pinsapar

25 de junio 2024 - 05:02

Sí, pasó el día pasó la romería. También se suele decir a los niños tras un percance “ea, ya pasó”. Es como lo de mi cuñada -“Tengo mala memoria pero buenos recuerdos”- o los versos de mi amigo el poeta Juan Mena -“No hay nada más perfecto que el olvido”. La experiencia dicta que no se puede vivir cargado de agravios. No te dejan ni respirar. Algunas definiciones o construcciones sobre el odio son bien expresivas de lo que intento decir. Que no es otra cosa que lo de Ayuso con Milei. La salida en tromba contra la presidente de la Comunidad de Madrid de todo el cuerpo ministerial y el segundo escalón del socialismo reinante es la admisión de la sal en la herida que las palabras del argentino produjeron en el presidente Sánchez. Lo personal se trocó inmediatamente en institucional provocando la llamada a Madrid -nada menos- de la embajadora del Reino de España ante la República argentina.

Así estamos todavía, con aquel agravio del que no se admite que fuera causa de la causa entablada por el ministro de Valladolid, que no se privó y acusó a Milei de consumo de sustancias, lo que significa lo que usted sabe. Dos países, dos grandes países, de espectadores del principio de acción y reacción, una vez más. ¿Tiene arreglo este estropicio? ¿Cuál arregle, cuándo? Nunca pasa el día para algunas cosas, es así.

Digo que no veo a Pedro Sánchez esperando a Milei en la puerta de la Moncloa, como hace con otros que representan a comunidades que no tienen las raíces que tiene la Argentina en España, y viceversa. Verdadera catástrofe este modo de no ver nunca pasar el día. Marruecos nos llenaba las costas de emigrantes, y los pasos fronterizos de Ceuta y Melilla. No veo a Argentina haciendo porquerías a los españoles que allí viven o negocian. Ni el espejo en España. Pero el hecho es este malestar entre los gobiernos de los dos Estados fraternalmente vinculados desde hace cinco siglos. Se han roto las reglas, se han roto los principios. Lamentable es así y no pasa el día, no pasa la romería.

España necesita de nuevo urnas, otro modo de gobernanza, otros modos. Votar lo necesario para lo conveniente. Esto es demasiado, si bien se mira. Las exigencias de los separatista catalanes, la presión sobre la paz social, la tranquilidad y los problemas de España. Además desde el desplante, la chulería y los malos modos del separatismo. No puede quedar impune todo esto. Habría que pararse y hacer una poda como rectificación. Fuera esto, fuera aquello. La moderación ha sido convertida en “extremas derechas”, una catástrofe.

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