Una guerrillera contra la Junta

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Ángeles Férriz, en el Parlamento de Andalucía.
Ángeles Férriz, en el Parlamento de Andalucía.

24 de noviembre 2024 - 13:57

Al apacible crucero político de Moreno Bonilla no hay golpe de mar que le haga quitar el piloto automático. Con una oposición en embarcaciones de recreo, no es que el presidente esté curtido en el Atlántico o su viaje político sea el del experimentado lobo de mar, le basta con controlar el margen de error. Dirán que eso no es gran cosa, pero le vale para navegar sin grandes contratiempos.  

Con la oposición socialista en busca de capitán, tampoco ayuda la ciclogénesis explosiva del endiablado entorno del presidente mutante: ayer, Ábalos, su hombre de confianza; hoy el condecorado Aldama y compañía; mañana está por ver. Salir a la palestra pública andaluza en estas condiciones tiene su riesgo porque cualquier titular te cambia el guion y acabas enredado o en el agua.  

En esta difícil travesía socialista andaluza, en la que tantos capitanes bajaron al camarote orgánico o abandonaron el barco directamente ante una batalla tan desigual, hay quienes destacan por su arrojo, por mantener la bandera y enlazar con un votante socialista necesitado de estímulos. La parlamentaria socialista Ángeles Férriz va por libre y ocupa un espacio más que necesario. Una voz elocuente la de la jiennense que conecta con el tarro de las esencias de un socialismo andaluz y una de las supervivientes de los últimos naufragios del partido.  

No desaprovecha un plano y, aunque también tenga que sortear emboscadas de fuego amigo, mantiene la llama de la oposición en una soledad elocuente de la situación del PSOE andaluz.  

La que fuera alcaldesa de La Carolina le arrebató la alcaldía a Ramón Palacios, Don Ramón, un histórico de la derecha jiennense, mentor de Aznar y que hizo de la capital de las Nuevas Poblaciones un feudo propicio. En aquellas campañas electorales se utilizaba artillería pesada, el fango de hoy es fuego de artificio en comparación. En esa batalla personal y cruenta se curtió la parlamentaria Férriz. De aquella época un eslogan como ejemplo: “En La Carolina, al cacique nos lo bebemos”. También, la capacidad de mantener la sonrisa con el cuchillo entre los dientes.  

De tierra minera, Férriz ha encontrado un filón en el Servicio Andaluz de Salud y, en concreto, en unos contratos que ya están en manos de la Justicia. Mientras tanto denuncia la “cacicada” de que en el Parlamento el PP vete un debate sobre estos hechos. Arremete contra la “omertá” del presidente silente Juanma Moreno y le recuerda que hay tres gerentes imputados y millones desviados a la privada. Todo está por ver, pero hay madera para la caldera.

Confían en que las mareas les devuelvan ahora a tierra firme o, al menos, que hagan más difícil el navegar del trasatlántico Moreno.  

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