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Ildefonso Ruiz
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Lo mejor de estos Juegos Olímpicos de París ha sido mostrar la España real. Miren este podio de campeones. Florian Trittel (Münsterlingen, Alemania, 1994), medalla de oro en Vela. Cristina Bucsa (Chisinau, Moldavia, 1998), bronce en dobles femeninos de tenis. Enmanuel Pla Reyes (La Habana, 1992), bronce en boxeo. Juana Camilión (Mar del Plata, Argentina, 1999), plata en baloncesto 3x3. Alisa Ozhogina (Moscú, 31 de octubre de 2000, acento sevillano), bronce en natación artística. Marcus Cooper (Oxford, Reino Unido, 1994), bronce en Piragüismo K4 500. Jordán Díaz Fortún (La Habana, 2001). Oro en Triple Salto. Se podía completar con Ayoub Ghadfa (Marbella, 1998), plata en boxeo, hijo de marroquíes. Y con el bronce en balonmano de los hermanos Alex y Dani Dujshebaev, nacidos en Santander, primer destino de su padre, Talant.
Dujshebaev, que llegó desde la República del Kirguistán, en la Ruta de la Seda, y ganó el oro en los Juegos de Barcelona 92.
Si ha habido un talismán en estos Juegos de París ha sido el fantasma de Waterloo. No eligió Carles Puigdemont un buen día para rodar con los Mossos d’Esquadra un remake de El gendarme de Saint Tropez, la película de Louis de Funes. Cuatro de los cinco oros logrados por España han llegado coincidiendo con su aparición circense: el oro de María Pérez, granadina de Orce, y de Álvaro Martín, extremeño de Llerena, en la marcha mixta de maratón. Volvió a sonar el himno de España y a ondear la bandera en París con los oros en la final de fútbol masculino, goles a Francia de Fermín y Álex Baena y el epílogo de Camello en la prórroga; en el triple salto por habaneras de Jordán Díaz Fortún; y en la piscina contra Australia en waterpolo femenino con el quinto metal de Miki Oca, el seleccionador, dos como jugador.
Unos Juegos Olímpicos en los que la china He Bing Jiao se consagró como choquera adoptiva al dedicar su medalla de plata en badminton a Carolina Marín. Ha habido medallistas de los cuatro puntos cardinales: murcianos como Alcaraz, que obtuvo una segunda medalla moral al formar pareja con Rafa Nadal; cántabros como Botín, el primero de los oros; o castellanos como Gonzalo Pérez de Vargas, de Toledo, el portero de balonmano que suena a personaje de un cuadro de El Greco, el hombre de la medalla en el pecho.
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