Emoción sin censura

2025 comienza fuerte en Jaén al prosperar en el primer día hábil del año una moción de censura contra el alcalde. La radiografía es la siguiente: 11 concejales del PSOE, 11 del PP, 3 de JM+ y 2 de VOX. Es decir, de un total 27 concejales, finalmente los que han tenido la llave del gobierno local son los 3 pertenecientes a Jaén Merece Más, un partido provincialista al que "No" votó el 87,48% del electorado municipal.

Estos son los milagros del actual sistema democrático español, en el cual partidos minoritarios se convierten en dueños y señores cuando el papel que les debería corresponder es el de oposición ante la mayoría. Los pactos de madrugada, los cambios de postura, el chaqueteo permanente y sobre todo la consecuente falta de estabilidad en las administraciones hacen que esta forma de entender la democracia esté viciada por sus propias normas sin que nadie esté dispuesto a modificarlas. Nos encontramos así con repartos de poder donde la mitad de la población que ejerció su derecho a voto debe soportar no ser representada en la toma de decisiones frente a otros partidos residuales que sí gozan del beneplácito del gobernante de turno a cambio de unas cuantas monedas de plata. ¿Democracia? Perdonen que lo ponga en duda.

La verdadera democracia pasaría porque en una legislatura de 4 años gobernara siempre el partido más votado, pero además todo partido con un porcentaje de votos superior a un tercio de los votos emitidos formase parte obligatoriamente del equipo de gobierno en proporción al resultado de las elecciones. Fin de la historia; así de alto y claro; sin más. ¿Qué habría pasado en el caso concreto de Jaén de aplicar estos dos sencillos mandamientos? Pues que el alcalde desde un principio habría sido el candidato del PSOE, pero en cuyo equipo de gobierno habría tenido que incorporar a varios concejales del PP. De esta forma en el equipo municipal estaría representado el 73,01% del electorado que dio su voto a ambos partidos en las últimas elecciones, evitándose así las disputas partidistas ya que estarían obligados a entenderse para llevar a buen puerto la legislatura. No hablamos de un gobierno de concentración, sino una verdadera representación en los diferentes gobiernos en base a los votos recibidos. Es inconcebible que, sea del color que sea, un partido que obtenga más de un tercio de los votos se tenga que sentar en un parque a echarle migas de pan a las palomas mientras otros con un porcentaje ínfimo de apoyo popular se dedica a legislar y ejecutar.

¿Utopía? ¿Locura? Posiblemente, pero lo que es seguro es que no se puede dejar la gobernanza en manos de partidos cantonalistas a los que "No" han votado 87 personas de cada 100. Es un atropello al concepto de mayoría, por mucho que me vendan la legalidad de los pactos. A todos nos duele Jaén, faltaría más, pero estos ridículos llevados a cabo por los Ministerios de Ofertas de turno dejan en muy mal lugar a nuestra democracia. ¿Por qué ahora se prometen cosas que hasta hace unos días eran inviables? ¿Acaso se creen los políticos que somos tontos y no vemos el trile? Así está la calle, que es un hervidero de emociones sin censura alguna, donde en lugar de equilibrio solo hay desencuentros y confrontación. Y Jaén son cuatro calles...