
Gafas de cerca
Tacho Rufino
Tertulias de alba y ocaso
Las dos orillas
Sevilla es una de las pocas ciudades que mantiene la procesión del Corpus Christi en jueves. Un sector de los sevillanos aprovecha para irse de puente desde el miércoles. Y otros para ver la procesión en las sillas, o participar en las representaciones. Unas cinco mil personas han salido en años recientes. El protagonismo esencial lo tiene el Santísimo Sacramento, que va en la Custodia, para cuya pública adoración se organiza esta procesión. Sin embargo, cada año suele haber una novedad en la que nos fijamos. Y la de este año es llamativa. La Custodia de Juan de Arfe no irá a ruedas, como era habitual, sino con costaleros. Los demás pasitos los tienen incorporados con normalidad, pero llevar a costal la Custodia de la Catedral parecía un tabú. Aunque en los Corpus de barrios (algunos salen con custodias) ya es costumbre, y no origina ningún problema.
Los costaleros van a tener mañana un innegable protagonismo. Su labor será analizada con lupa. Y no sólo por la Custodia. También el traslado del Señor de la Sagrada Cena será extraordinario, ya que no irá la imagen sola en el paso del Cristo de la Humildad y Paciencia, sino con los doce apóstoles en su paso de misterio. Como el Domingo de Ramos. Y como en el Corpus sólo de vez en cuando.
Estas novedades coinciden con unas previsiones meteorológicas de Aemet, que augura unas temperaturas máximas en torno a los 40 grados para el jueves de Corpus. Y en torno a los 35 grados durante el horario de la procesión en su tramo final, y de 37/38 grados durante el regreso del misterio de la Sagrada Cena. Una temperatura a la que no se deberían hacer esfuerzos. Y que ha favorecido cambios de horarios en algunos trabajos al aire libre.
Hace más de 50 años surgieron las cuadrillas de hermanos costaleros, con el debut de Los Estudiantes en 1973. Uno de los argumentos que esgrimían entonces era que los sindicatos, con sus reivindicaciones de mejores salarios para los costaleros, iban a acabar con la Semana Santa. Así se llegó al voluntariado. En estos tiempos, los sindicatos reclaman mejores condiciones laborales, en los días de calor intenso. Pero para los albañiles o los agricultores que trabajan con altas temperaturas. Los costaleros actúan con otros criterios, no necesitan sindicatos, y están curtidos en grandes esfuerzos cuando es justo y necesario.
No obstante, hay que tener cuidado, y extremar las precauciones, con más relevos y otras medidas. Mejor prevenir que curar. ¿Se podría suspender una procesión por alerta naranja de calor? Aún no hemos llegado a eso.
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