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Rafael Sánchez Saus
Luz sobre la pandemia
¡Oh, Fabio!
Yo a Juan Ruesga le tengo un gran respeto. Es un auténtico privilegio para Diario de Sevilla albergar todos los lunes su columna “Fragmentos”, un ejemplo de periodismo serio y riguroso, fino y culto. Su amor por la ciudad, su conocimiento del urbanismo y la arquitectura, su sensibilidad entre clásica y moderna, hacen que la lectura de estos artículos sea para muchos uno de los primeros rituales de la semana. Pero no siempre estoy de acuerdo con él, como probablemente con nadie en este mundo. El pasado lunes, Juan Ruesga defendió el desalojo de la Plaza de España de sus actuales inquilinos (El Ejército, el Gobierno central, etcétera) para crear un gran “contenedor cultural” que estaría a cargo del Ayuntamiento de Sevilla. No me pareció una idea feliz, pero tampoco se va a poner uno a responder a todos los artículos con los que no comulga. Sin embargo, por otras publicaciones aparecidas en otros medios, parece claro que se está gestando un movimiento que legítimamente apoya dicha propuesta, la cual, insistimos, nos parece un desatino. Y lo decimos, sobre todo, por eso que los sevillanos aún nombramos con acento antiguo “Capitanía General”. Solo la propuesta es una enorme descortesía hacia una institución como el Ejército, que mostró un importante compromiso con la ciudad al ubicar aquí el Cuartel General de la Fuerza Terrestre, uno de los centros de decisión más importantes de las Fuerzas Armadas, que aporta a Sevilla talento y prestigio. La idea nos recuerda a esa ocurrencia de casino de desalojar a la Universidad de Sevilla de la Fábrica de Tabacos para instalar el Museo de Bellas Artes, la misma que el alcalde, hombre de enconos y de “no enmendalla”, todavía defiende por la bajini. Y se hace con la coartada del “contenedor cultural” y en línea con la propuesta de José Luis Sanz de cobrar por entrar en la Plaza de España. Echamos a la élite intelectual y operativa del Ejército (con los que algunos matan su gusanillo de retrogusto progresista) y turistificamos el edificio. Ya estoy viendo la plaza repleta de veladores o con un Icónica non stop. Mal negocio para una ciudad que es y debe seguir siendo la capital del sur de España. ¿Para qué otro “contenedor cultural”? Antes, por ejemplo, el Ayuntamiento debería de terminar de una vez las restauraciones del convento de Santa Clara y la Fábrica de Artillería. ¿O es que vamos a ser la ciudad de los “contenedores culturales” a medio terminar? Vayamos cerrando tajos, mejor, y dejemos de importunar a los que ahora mismo están trabajando en asuntos sumamente delicados.
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