Baño en suite

22 de junio 2024 - 07:00

Siempre ha habido panteones más grandes que chabolas. Amplios sepulcros de mármol donde la muerte recuerda con su eco lo digno de sus dueños y lo inútil de sus posesiones. Quien vive en palacios también quiere sentirse holgado en la eternidad. Supongo que la vanidad ocupa demasiado lugar, al contrario que el saber...

Regresando al mundo de los vivos, últimamente existe un fenómeno inmobiliario basado en la descripción de viviendas como si de platos de alta cocina se trataran. Hall de entrada, zona social con varios ambientes y rincón de lectura con mirador, área de noche con amplio vestidor, cocina totalmente integrada en isla o en península, aseo de visitas, zona de lavandería independiente, iluminación indirecta y un largo etcétera de imbecilidades por el estilo, que solo sirven para que uno sea aún más consciente de lo pobre que es.

Esta forma de publicitar apartamentos de lujo no es exclusiva de la clase alta, sino que se emplea de igual modo para esos zulos dirigidos a personas que se creen burguesas por vivir en el centro de la ciudad. Pisos de menos de veinte metros cuadrados, donde apenas hay mobiliario, se come de pie y se duerme subiendo por una escalera de mano; todo ello a precio de oro. Porque, claro, vivir en la periferia es de proletarios que viajan y sudan en metro...

Subsistir orgullosos en esos ataudes es un claro síntoma de decadencia social, pues las ciudades se han convertido en enormes cementerios para la dignidad humana, donde esta es estrujada y asfixiada en nichos hasta el punto de que los rostros de sus propietarios parecen lápidas de luto, conscientes de que por mucho que trabajen jamás podrán aspirar a mejor vida.

Resulta paradójico que exista una España vaciada cada vez más extensa mientras en las ciudades existe cada vez menos espacio. Y resulta preocupante que nosotros mismos hayamos normalizado esta situación, cagando con la cara pegada a la mampara de la ducha al mismo tiempo que vemos videos en el móvil de baños en suite. O, lo que es peor, leyendo artículos como este...

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