Martín Lorenzo Paredes Aparicio
El cuadro
Las dos orillas
Hoy es el día de la Virgen de la Esperanza. Falta una semana para que el papa Francisco abra la Puerta Santa del Año del Jubileo de 2025, dedicado a la Esperanza, cuyo lema es Peregrinos de la Esperanza. Un lema parecido, Caminando en Esperanza, tenía el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular que se ha celebrado en Sevilla, en cuya procesión de clausura participaron la Esperanza de Triana y la Esperanza Macarena, entre otras imágenes. Hoy están en besamanos las Esperanzas de Sevilla. Celebran cultos en estos días la Esperanza Divina Enfermera de San Martín, Gracia y Esperanza de San Roque, la Esperanza de la Trinidad, la O (que es la forma más breve de llamar a la Esperanza) y las Esperanzas de Triana y la Macarena.
Sin olvidarnos de que en el Polígono Sur se ha aprobado ya la hermandad de Bondad y Esperanza como cofradía de penitencia. Se podría recurrir a la lírica. Pero, en esta ocasión, se ha preferido bajar a tierra. Por eso, el pasado sábado fueron presentados los actos de la misión que la Esperanza de Triana va a realizar en 2025, visitando durante dos semanas el Polígono Sur y recibiendo culto en las parroquias de San Pío X y Jesús Obrero, donde se encontrará con la Virgen de Bondad y Esperanza. Ya estuvo el día 8 cara a cara ante la Esperanza Macarena. Y verla en octubre ante la Esperanza del Polígono Sur tendrá un significado que va más allá de lo anecdótico.
Pues las Esperanzas de Sevilla no están sólo para pasearlas, ni sólo para decir “¡qué bonita va mi Virgen!”. Por supuesto, entran por los ojos y se quedan en el corazón. Pero no olviden la ayuda material y espiritual que aportan. Con la entrega de la Rosa de Oro, se puso en valor la misión que está realizando la Macarena en la República Centroafricana. Me comentaba el hermano mayor, José Antonio Fernández Cabrero, que ahora dedican a caridad el 40% del gasto de la hermandad y que van a abrir líneas novedosas de atención, como la asistencia de salud mental.
La Esperanza de Triana acudirá con su imagen titular al barrio más famoso de Sevilla por la marginalidad. Allí viven algunos trianeros en el exilio. Su hermano mayor, Sergio Sopeña, en colaboración con el arzobispo, José Ángel Saiz, ha puesto mucha ilusión en esa misión de otoño, que no es darle un paseo a la Esperanza por las Tres Mil Viviendas, sino poner el foco en la Esperanza para un barrio donde hay desesperación.
Después dirán que salen muchas procesiones extraordinarias por las calles de Sevilla. Pero lo más extraordinario es lo que están haciendo las hermandades y cofradías: salir de la zona de confort y llevar la Esperanza a donde la necesitan.
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