Los dos aniversarios de rafael sabatini

En 2025 se celebrarán, entre otros aniversarios, los 150 años del nacimiento del padre del cine americano D. W. Griffith y los 75 de la muerte de Edgar Rice Burroughs, maestro de la novela de fantasía (Una princesa de marte) y de aventuras que dio al cine uno de sus personajes más populares, Tarzán. Otro aniversario unirá nacimiento y muerte, y literatura y cine: el 150 aniversario del nacimiento y 75 del fallecimiento de Rafael Sabatini (1875-1950), autor tan importante para la novela de aventuras como para el cine.

Este novelista inglés de apellido italiano, hijo de un italiano y una inglesa cantantes de ópera, fue el popularísimo autor de Bardelys el magnífico (1906), El halcón del mar (1915), Scaramouche (1921), El capitán Blood (1922) o El cisne negro (1932), llevadas al cine, algunas casi inmediatamente tras su publicación, con resultados por muchas razones históricos.

En la era del mudo tuvieron inmenso éxito El capitán Blood (1924), Scaramouche (1923) y Bardelys el magnífico (1926), dirigidas por David Smith, Rex Ingram y King Vidor e interpretadas, las dos últimas, por las estrellas Ramón Novarro y John Gilbert, de reinados tan fulgurantes como breves al ser barridos por el sonoro. Las cumbres llegaron de la mano de Michael Curtiz y Errol Flynn: El capitán Blood (1935), que convirtió en estrellas a Flynn y a Olivia de Havilland, y El halcón del mar (1940). Dos obras maestras no solo por mérito del director, los intérpretes y los directores de fotografía Ernest Haller (que cuatro años después se coronaría con Lo que el viento se llevó) y Sol Polito; también, o quizás sobre todo, por la música de Erich Wolfgang Korngold, el más grande de los compositores europeos que trabajó en Hollywood, cumbres de la música de cine que hoy viven fuera de las pantallas como parte del repertorio sinfónico. A ellas deben sumarse El cisne negro (King, 1942) y Scaramouche (Sidney, 1952) interpretadas por Tyrone Power y Stewart Granger.

Merece Sabatini ser recordado en sus dos aniversarios de nacimiento y muerte por las películas que inspiró y por sus méritos como uno de los maestros de la aventura que Fernando Savater homenajeó, junto a Conan Doyle, Zane Grey, Karl May, Emilio Salgari, Stevenson, Verne, Kipling, Rider Haggard, el capitán Marriat o Edgar Rice Burroughs, en su imprescindible La infancia recuperada. Les debemos muchas horas de placer inteligente.