Santa Begoña, mártir

10 de junio 2024 - 12:22

Tiempo ha que el socialismo patrio mutó de una ideología política a una suerte de religión social. Solo así se entiende que sus correligionarios mantengan su fidelidad a los continuos vaivenes (o cambios de opinión) de su sumo pontífice como auténticos dogmas de fe que se replican en cada homilía socialista. Una suerte de secta política en la que pesa mucho más el predicador que el predicado. Y por ello la palabra del sacerdote de turno, es evangelio sagrado. Incluso cuando esta contradiga el salmo anterior.

Así son las religiones cuando en ellas se instala el fanatismo. La Ley de Dios y la palabra del profeta están por encima del bien y del mal. Y el fiel creyente toma las salvas que su religión proclama y se aferran a ellas como única razón de ser. La fe necesita de un profeta divino. El profeta Sánchez. La fe necesita apóstoles que repliquen la palabra del profeta. Bolaños, Puente, Montero, Marlaska y el Consejo de Ministros emulando el cuadro de la Santa Cena. La fe necesita predicadores como Escolar, Barceló y el llamado equipo de opinión sincronizada. Pero a la fe socialista, le faltaba un mártir. Y el profeta lo ha encontrado, santa Begoña mártir.

Para los acólitos poco importa que haya quedado más que documentado que a la esposa del presidente se le haya regalado una cátedra sin ser licenciada, por ser quien es. No es pecado alguno que haya medrado con Indra para conseguir el software con el que se ha lucrado de forma personal o que interceda ante el profeta con empresas para que estas sean agraciadas con la caridad del divino. Caridad que pagamos entre todos. Santa Begoña, casta y pura, es una mártir a la que los pecadores de la ultraderecha castigan y fustigan para poner a prueba la fe en nuestro señor.

Y Sánchez fue en plena campaña, un paso más allá en esta representación de la fe, sacando en procesión a la santa mártir en un mitin en Estepona. Una romería electoral con el único propósito de reafirmar la fe en el socialismo. Y los feligreses, cual peregrinación mariana acudieron a vitorear a la Santa, para que interceda por ellos ante el maligno poder de la fachosfera.

Si hay que reconocer una virtud a Sánchez es su inteligencia y olfato político. Además de su valentía electoral. Solo a él se le ocurriría doblar la apuesta mientras la justicia acorrala a su mujer, en un frío y espeluznante cálculo electoral. Tocó a rebato a sus feligreses y el socialismo salió el domingo en masa a votar.

Consciente de que las elecciones europeas suelen despertar un interés prácticamente nulo en la sociedad, Sánchez llamó a los sus feligreses a votar y estos fueron puntuales a su misa de 12 de domingo en la urna, depositando sus votos de fe en la divinidad sanchista, amenazada por los pecadores de la ultraderecha patria. El problema para Sánchez es que cada vez hay menos gente que se traga sus homilías y el socialismo patrio, otrora fuerza mayoritaria del país, cada vez cuenta con menos correligionarios.

Los 5 millones de votos socialistas del 9 de junio son los que hay. Apostaría una cena a que si mañana se ponen las urnas, no sumarían un voto más. Santa Begoña Mártir obró el milagro de lograr que los devotos se fueran a su cita con la urna en lugar de a la playa o al bar. Le dio al profeta lo único que le queda en política; tiempo para aguantar en Moncloa.

El profeta sabe que desde Moncloa, los versículos sagrados sobre el golpe mediático y judicial, calan mucho más entre los feligreses y desde la Cathedra Petri nacional, Fiscalía, mandos de interior e incluso Tribunal Constitucional hacen contra peso a la maquinaria judicial que cerca cada vez más a su círculo más personal. Sánchez lleva un año en el Gobierno sin gobernar. Sin presupuestos y sin perspectiva de sacar adelante nada más que la amnistía, solo puede atrincherarse e intentar limitar la acción de la justicia, tratando si puede, de acabar por decreto con la independencia del Poder Judicial.

Para ello necesita tiempo. El tiempo que ha ganado este domingo en las elecciones. Obró el milagro de la fe socialista. El milagro de Santa Begoña Mártir. Amén.

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