¿Está en peligro el dominio del dólar?

Tribuna Económica

28 de marzo 2025 - 04:00

EL dólar estadounidense ha sido la moneda fundamental del sistema financiero internacional durante más de 70 años tanto por su centralidad en el comercio como por su posición indiscutible como moneda de reserva. De momento, seguirá siéndolo, aunque, hoy en día, su supremacía se enfrenta a nuevos desafíos. Algunos provienen de fuera, con otros países –China, especialmente– intentando que sus monedas escalen en importancia para eliminar esa dependencia. Pero también, y aunque resulte paradójico, factores internos, derivados de las políticas del presidente Donald Trump, pueden jugar en su contra. ¿Está en peligro el dominio del dólar?

Su poder no es fruto de la casualidad. En 1944, con el sistema de Bretton Woods, los países acordaron que las principales divisas internacionales se vincularían al dólar, que a su vez estaba respaldado por el oro. Este acuerdo lo catapultó como el pilar central del comercio mundial y del sistema financiero internacional. Y este dominio persistió a través de los años. La creciente importancia económica y financiera de EEUU favorecía que el dólar fuera la moneda de reserva por excelencia, pero también esto se veía fomentado por su actitud de garante de la seguridad mundial, por la creación de instituciones serias y confiables y por unas sólidas alianzas geopolíticas.

Ese entramado, tejido a lo largo de los años, ha conseguido que se haya sostenido como moneda hegemónica. Ahora, Trump lo está desmantelando todo. Se ha desmarcado completamente de su papel de protector, ataca la supervivencia de las instituciones fundamentales, como cuando cuestiona la independencia de la Reserva Federal, y en unos pocos meses ha debilitado e incluso destruido las relaciones y la reciprocidad con numerosos países, entre ellos todos sus aliados históricos.

Es su reacción ante la preocupación de que el orden unipolar que Estados Unidos ha ostentado durante tantas décadas ya no sea sostenible. El mundo está cambiando, y países como China están creciendo a pasos agigantados. No solo se está acercando a Estados Unidos en términos económicos, sino que persigue desbancar al dólar como la principal moneda de reserva mundial, promoviendo activamente el uso del yuan en las transacciones internacionales.

Pero Trump se equivoca. No está entendiendo que todo lo que considera que EEUU le ha dado y le da “gratis” al resto del mundo es, en realidad, lo que le ha permitido a este país seguir siendo la potencia central. En vez de dinamitar las relaciones, debería centrarse en fortalecer la economía interna de su país, mantener la estabilidad de las instituciones que han hecho posible esa autoridad global y continuar promoviendo alianzas sólidas.

Para enfrentar la fuerte competencia de otros países, necesita adaptarse, no aislarse, y seguir siendo un ejemplo de instituciones democráticas y cooperativas para mantener su relevancia en el tablero internacional. El dominio del dólar, aunque sigue siendo indiscutible por ahora, está lejos de estar garantizado para siempre. Estados Unidos deberá aprender a navegar en un mundo más diverso y complejo, un mundo en el que la cooperación serán clave para mantener su liderazgo.

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