José Luis Sanz, un pobre primer año

¡Oh, Fabio!

19 de junio 2024 - 11:12

Un alto profesional de la edición describió al Salón Colón, zona noble por excelencia del Ayuntamiento de Sevilla, como un “precioso local”. Pues bien, al “precioso local” se fue ayer nuestro alcalde, José Luis Sanz, para valorar con solemnidad su primer año de mandato y declarar en un alarde de sinceridad: “Este año ha podido ser mejor”. Hay que descubrirse el cráneo. Los políticos tienden, quizás por algún aspecto desconocido de la ley de la termodinámica, a ser triunfalistas en cualquier situación, por pésima que sea. Sin embargo, Sanz admitió, aunque con la boca chica, lo que todo el mundo sabe: que estamos ante un año fallido en lo que al gobierno municipal de Sevilla se refiere. Y decimos fallido, no horribilis.

Las razones de esta mediocridad son, al parecer de Sanz, “el mal funcionamiento del Ayuntamiento a su llegada, el tiempo perdido en temas atrasados y una oposición irresponsable”, según nos contó Manolo Ruesga en su crónica. Y ahí ya no nos podemos descubrir el cráneo, sino más bien taparlo con una castora, que es como se decía antiguamente en Andalucía a los sombreros de copa. Tirar de manual para acusar a la oposición y al Gobierno anterior de todos tus males es propio de políticos mediocres y estamos convencidos de que el alcalde no lo es, así que debería evitar esos adarves dialécticos que no llevan a ninguna parte. El primer y evidente defecto de Sanz ha sido su incapacidad para jugar con la aritmética del pleno, como se ha visto claramente en el asunto de los presupuestos. Le guste o no a Sanz, los sevillanos no le dieron la mayoría absoluta y debe aprender a negociar con esta realidad sin dejar que las estrategias del PP andaluz o español influyan en exceso en sus decisiones municipales. Y esto vale tanto para el PSOE como para Vox. Sanz ha sabido sacar los presupuestos adelante con una fina y laboriosa maniobra política, pero también ha tenido que someterse a la humillación de perder una moción de confianza. De este truco no va a poder abusar sin pasar a la historia como un alcalde impotente.

Por lo demás, por mucho que diga el alcalde, la ciudad no está más limpia, las patas que se han metido en la gestión cultural son numerosas, la turistificación sigue expulsando a los sevillanos del centro, los proyectos como el cierre de la Plaza de España no convencen... Y sí, nadie duda de que se han desbloqueado más de 70 proyectos en Urbanismo, pero algunos sería mejor que se hubiesen quedado en un cajón para siempre. ¿Que se ha mejorado la organización interna del Ayuntamiento? Puede, pero eso tardará en hacerse evidente para el ciudadano. ¿Lo veremos en los próximos tiempos? Quizás. Vamos a por el segundo año.

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