Un día elegante

El Lunes Santo es un día elegante, donde los haya, frente al bullicio y algarabía del Domingo de Ramos, es una jornada tranquila y señera. Veremos Santa Marta por las calles sevillanas con solemnidad en silencio. Veremos a un Cristo Yacente, de la Caridad, en brazos de su Madre, que llama al recogimiento interior. A pocos metros procesiona Jesús de la Penas portando su Cruz camino del Calvario, va iluminado entre cirios que los hermanos portan en señal de devoción y respeto.

De San Pablo, chicotá tras chicotá, llegará a la S.I. Catedral Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, este año por primera acompañado de los sones de la Agrupación Musical Sta. M.ª Magdalena del Arahal, madre y maestra de las agrupaciones. Escoltado por su barrio de S. Pablo, que no quiere que Nuestra Señora del Rosario Doloroso se pierda entre las calles hispalenses, porque Ella es del Polígono, donde sus vecinos la cuidan y miman durante todo el año.

La hermandad de S. Gonzalo cruzará el puente camino de Sevilla, con su característico “andar” con túnicas blancas proclamando la condición divina de Jesús como Hijo de Dios.

Nuestra Señora del Rocío, procesiona con alegría, acompañada por su hermanos que esperan con ilusión su Coronación en una tarde-noche mágica.

Del Tiro de Línea, la hermandad de Santa Genoveva, herencia de la labor evangelizadora de un sacerdote. Una hermandad joven, donde la formación eclesial siempre está muy presente.

Frente a la alegría de estos barrios está el silencio de Vera- Cruz, su sencillez rompe el silencio a su paso. Frente al barroquismo de la Hermandad del Museo, que nos lleva a contemplar el dolor y el sufrimiento humano de Nuestro Redentor. Acompañada por su bella Madre suplicando al cielo por su Hijo; todo ello, en un virtuosismo estético que proclama a la veneración.

De una bella capilla procesiona María Santísima de Señora de Guadalupe acompañada de su paso de Misterio, que nos transporta a la Sevilla del XVII de las Atarazanas y de Miguel de Mañara.