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Los principales índices europeos tuvieron ayer una sesión de más a menos, en una semana que estará marcada por la situación política en Oriente Medio, Corea del Sur y Francia, y por las decisiones sobre tipos de interés de los principales bancos centrales. El Íbex 35 y el FTSE MIB italiano cerraron con una caída del 0,5%, y el Euro Stoxx 50 se desmarcó al subir un 0,15%. Los sectores expuestos a China, como las mineras, energía y los productos de consumo, recogieron las mayores subidas, ya que los dirigentes del Politburó anunciaron que adoptarán una política monetaria más flexible el próximo año y ser más proactivos respecto a medidas fiscales.
Los inversores afrontan las dos últimas semanas con referencias importantes antes de entrar en el período de menor actividad propio de la Navidad. Una vez publicado el informe del empleo de EEUU la semana pasada, los datos de inflación de noviembre que se publican el miércoles, y la reunión de la Fed de la semana que viene son las dos referencias que potencialmente podrían cambiar la actual inercia positiva hasta fin de año.
Los índices de EEUU van a completar su mayor ganancia en dos años consecutivos desde finales de los años 90 en el contexto de la burbuja puntocom. Estadísticamente, la probabilidad de que tras dos años consecutivos de rentabilidades superiores al 10% la rentabilidad del año siguiente sea positiva es de en torno al 50%.
El petróleo ha comenzado la semana con volatilidad, debido a que el derrocamiento del régimen sirio del presidente Bashar al-Assad podría generar inestabilidad en el corto plazo en Oriente Medio.
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