Análisis

Miguel Ángel Belinchón, Belin

Así veo el arte contemporáneo

En estos años de formación aprendí que debía sentirme orgulloso de la cuna creativa andaluza

Cuadro perteneciente  a la colección Salsa Brava de Belin.

Cuadro perteneciente a la colección Salsa Brava de Belin.

Mis comienzos datan cuando me inicie en la Escuela de Arte José Nogué, diariamente me dirigía desde Linares por las mañana a emprender un viaje de aprendizaje, allí desarrollé algunos de mis gustos artísticos condimentados con el arte urbano que ya en aquella época me parecían tan vanguardistas que deseaba parecerme a ellos. Más tarde comencé a pintar sobre murales y cada vez me entregue a esta técnica que me permitió viajar y conocer a otros artistas, una vez que fui madurando comencé a observar su proceso creativo, aunque estos ya no fueran artistas urbanos o de gran formato con spray, me interné como autodidacta en la historia del arte conociendo la historia y las motivaciones de otros grandes artistas antiguos para comprenderme por un lado a mi mismo y, por otro, a mis colegas artistas. Así bien he ido transformando mi criterio desde muy joven y seguro que lo iré haciendo hasta que la vida me lo permita. Es desde aquí donde humildemente ofrezco una opinión sobre el panorama del arte jiennense y andaluz. Para mí, mis más grandes maestros Velázquez, Murillo y Picasso, artistas andaluces, tienen contenido en su arte la cultura e idiosincrasia andaluza sin querer o queriendo.

En mi andar por los mundos del arte urbano descubrí que el andaluz gozaba de gran prestigio a nivel mundial, es una escuela que ha arrojado grandes talentos, como El niño de las pinturas, Logan, Lalone, entre otros. Así me percaté de que mi comunidad era cuna de grandes creadores. Que debía sentirme orgulloso de ser andaluz y de representar a mi tierra por donde mi arte pasara y así hago. Mi trabajo paso a paso se transformó para dar paso a Galerías y museos con ello logré conocer de cerca otros procesos creativos y a otros grandes artistas, con quienes me unió ya no solo una amistad, también el ser de la misma comunidad. Pude conocer a grandes artistas que admiro y respeto como Juan Francisco Casas, Idáñez, Pilar Urtiaga, Maldomado, Los hermanos Carrillo, y un sin fin más, todo talentosos, con un camino personal y una obra magnífica que derrocha la energía de nuestra tierra. En resumen creo que desde hace 15 años o más el panorama se vislumbra en apogeo, también hay que reconocerlo ser artista es un oficio entregado y de frutos lejanos, debe pasar mucho tiempo y esfuerzo para que todo aquello que trabajas rinda frutos y satisfacciones sin embargo el ser artista también he de reconocerlo ofrece el simple decoro de crear.

Reconozco que debería la cultura en general recibir más apoyo no solo de las instituciones, también de la industria y la iniciativa privada, es verdad que no fue hasta la pandemia del 2020 que nos dimos cuenta lo necesario e importante que es la cultura y el arte en nuestras vidas, reconocer este hecho hace que seamos una sociedad sensible y que todos esos artistas que finalmente tiran la toalla porque no ven resultados serian menos si como sociedad trabajamos por un entorno más cultural y artístico. Así surge mi espacio Rampa, con la intención de alojar, apoyar y difundir el arte local, pero también de inspirar trayendo a grandes artistas y que muestren su obra en un espacio accesible y cercano a las personas en general no solo de mi ciudad, también de la gente que busca un espacio lleno de cultura alternativa y contemporánea, no dejéis de visitarlo. Porque el arte es necesario no para dibujar mejor, simplemente para aprender a ver el mundo de diferentes maneras y volvernos más sensibles con el de al lado.

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