La accesibilidad a la vivienda: un problema global

Entre los retos de España para la década que hemos iniciado este año están mejorar la productividad, reducir la deuda pública para hacerla sostenible y mejorar la accesibilidad a la vivienda. De estos tres retos, el de la vivienda es el más percibido por los ciudadanos y el más ligado al bienestar social. La productividad es la clave del crecimiento y del bienestar, de la creación de riqueza y de la renta por habitante. Es preocupante que la productividad en las dos últimas décadas haya evolucionado negativamente en España, estando un 18,5% por debajo de la media UE y de los países más desarrollados de la OCDE. Mejorar la productividad y acercarla a los estándares europeos debe de ser el principal objetivo del gobierno. La deuda pública ha superado el 100% del PIB. Según las previsiones de la AIREF la deuda se reducirá en los cuatro próximos años hasta el 97% del PIB. Lo más preocupante que es que a partir del año 1929, según las mismas previsiones, vuelve a crecer por encima del 100% del PIB como consecuencia del disparo de las pensiones. El gran reto del gobierno es adoptar las medidas necesarias para que esto no suceda y las próximas generaciones disfruten de los mismos niveles de bienestar que las actuales.

No obstante, el principal reto que a corto plazo debe hacer frente el Gobierno es la dificultad que tienen los jóvenes para acceder a la vivienda. En tan solo dos décadas hemos pasado de la burbuja inmobiliaria a los escases de vivienda. En estos momentos la demanda de vivienda sobrepasa ampliamente a la oferta, provocando subidas de precios espectaculares que determinan que la vivienda sea inaccesible para una gran parte de la población. Según estimaciones del INE de mantenerse las tendencias demográficas actuales el número de hogares en España crecerá en 3,7 millones en los próximos 15 años. Lo cual implica 240 mil nuevos hogares al año. Pero la actual producción anual no alcanza las 100 mil viviendas al año, menos de la mitad. Lo cual significa que los escases de vivienda continuarán en los próximos años y los precios continuarán subiendo. En el año 2024 han subido un 10%.

En el año 2025 la demanda de vivienda va a continuar subiendo por el descenso de los tipos de interés y el mejor acceso a las hipotecas que propiciará la banca. Lo cual animará un nuevo boom de operaciones de compra. Los bajos tipos de interés, el acceso más fácil al crédito y la mejora del empleo sostendrá el impulso de la demanda sobre la oferta, propiciando nuevas subidas de precios.

El problema de accesibilidad de la vivienda es un problema global en casi todos los países desarrollados, que se ha agravado tras la pandemia y el retorno de la inflación. El exceso de demanda y las subidas de precios es el más grave en las últimas décadas. Dada la complejidad de las causas que generan esta crisis inmobiliaria los gobiernos deben actuar con medidas tanto sobre la demanda como sobre la oferta en función de las características singulares de la crisis inmobiliaria en cada país y en cada región.