Los Virolos de Baeza: un dulce único y crujiente que deja huella más allá del paladar
COMER EN JAÉN
La historia del nombre se debe a una mascota de la familia que creó la receta en su panadería
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Si te pirran los dulces, e incluso si no eres tan dulcero, debes conocer un manjar de la repostería tradicional que únicamente probarás en Baeza: los Virolos. Estos exquisitos bocados se han convertido en una verdadera tradición gastronómica de Jaén, destacando por su suavidad, ligereza y un sabor inigualable que deleita hasta los paladares más exigentes.
El origen de los virolos
Este manjar único tiene sus raíces en una panadería familiar con una historia tan rica como el sabor de sus productos. Fundada por la familia Muñoz en 1870, esta panadería comenzó su andadura centrándose en la elaboración y venta de pan. Sin embargo, en 1955 decidieron dar un giro a su oferta incorporando productos de bollería, marcando así el inicio de una nueva etapa para la empresa.
Fue en esta época cuando Doña Ignacia Carmona, miembro destacado de la familia, dejó su huella al crear uno de los hojaldres más famosos de toda España: los Virolos. El secreto de su éxito radica en la combinación perfecta de suave hojaldre relleno con una pizca de cabello de ángel, todo ello bañado con azúcar glas que aporta ese toque crujiente tan característico. Aunque desde ya te avisamos de que más vale tener una servilleta en mano a la hora de catarlos, porque el azúcar suele dejar huella más allá del paladar.
El legado de Viro: de mascota a marca internacional
El nombre ‘Virolos’ tiene un origen muy especial. Proviene del recuerdo de una mascota única: un cerdito llamado Viro, que era la adoración del hijo de Doña Ignacia. Inspirada por este cariñoso vínculo, la familia decidió bautizar a su creación con el nombre del entrañable animal. Este hojaldre único ha trascendido fronteras y ha conquistado incluso los paladares más exigentes en Estados Unidos.
La comercialización oficial de los Virolos comenzó en 1975, manteniendo la receta como un tesoro bien guardado. La combinación de tradición y calidad ha sido clave para que estos dulces se conviertan en una auténtica delicia que perdura en el tiempo.
La evolución de la Pastelería Virolo
En el año 2000, la empresa decide centrar toda su producción en la pastelería, sin perder de vista su seña de identidad: la elaboración artesanal de distintos dulces con esmero y dedicación. Esta fusión de innovación y tradición ha llevado a la Pastelería Virolo a convertirse en un referente gastronómico.
Dónde comer Virolos
Si decides visitar Baeza, una parada obligatoria es la Pastelería Virolo, ubicada en Plaza del Pópulo 4. Este encantador establecimiento no solo te permite degustar esta delicia en un ambiente acogedor, sino que también puedes llevarte a casa cajas de Virolos para disfrutar de este bocado único en cualquier lugar. Aunque lo cierto es que, hoy en día, se comercializa en todas las pastelerías baezanas. También en la capital podrás encontrarlos. Una de las novedades recientes, además de poder disfrutarlos en su tamaño normal y mini, es el relleno de chocolate que han añadido a la receta simpar. ¡A disfrutar!
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