Ruta senderista con parada en un lugar con leyendas: de la Cueva de los Murciélagos a la Peña del Águila en Mancha Real

Mancha Real/Al este de Jaén capital, y en plena Sierra Mágina, existe uno de esos pueblos de Jaén que todos conocen, pero no muchos ubican. Se trata de Mancha Real, municipio de 11.000 habitantes en el que además de ser curiosamente llano, está a los pies de una de las peñas más bonitas de la zona: la Peña del Águila.

Esta ruta, de tipo circular, te llevará hasta la formación montañosa con una parada muy especial, la de la Cueva de los Murciélagos. Algo que tienes que hacer al menos una vez en la vida: superar el miedo a estos quirópteros y adentrarse en la gruta, al menos, para una visita relámpago.

Inicio de la ruta

El acceso a la ruta comienza en Mancha Real. Desde el municipio, es necesario tomar el camino asfaltado que conduce al repetidor del Almadén. A 1,5 kilómetros de este punto, se encuentra un área recreativa bien señalizada que funciona como punto de inicio de varias rutas senderistas. Este es el lugar ideal para dejar el coche y comenzar la caminata.

La Cueva de los Murciélagos

La primera etapa de la ruta lleva a la emblemática Cueva de los Murciélagos. El sendero comienza junto a la valla de una finca privada y desciende hasta un arroyo que bordea un olivar. Desde este punto, la senda asciende durante unos 400 metros hasta la entrada de la cueva.

El interior de la cueva está cargado de misticismo y se recomienda llevar linterna para hacer una visita segura. Después, es posible regresar por la misma vereda o aventurarse campo a través, aunque esta última opción presenta cierta dificultad debido al matorral y los desniveles.

Ascenso por el Barranco de los Moraguillos

De vuelta al arroyo, el sendero se une a un cruce que marca el inicio de la subida hacia el Barranco de los Moraguillos. Este tramo, de aproximadamente 2 kilómetros, es exigente, pero precioso por la belleza del entorno. El camino atraviesa pinares y culmina en la carretera de los Llanos de la Mancha, donde se puede hacer una parada para recuperar energías.

El Morrón: vistas panorámicas

Retomando la marcha, se sigue por el arcén de la carretera durante algo más de un kilómetro hasta desviarse por una pista a la izquierda. Recuerda que la norma dicta que el peatón siempre debe circular por el arcén del sentido opuesto al de la conducción, siempre que sea posible. Esta pista conduce a una fuente y posteriormente a un ascenso sin sendero definido que lleva al Morrón, el punto más alto de la ruta, situado a 1.355 metros de altitud.

En la cima se encuentran dos casetas de vigilancia, una de las cuales tiene escaleras que permiten acceder a un mirador. Desde aquí, las vistas abarcan el Parque Natural de Sierra Mágina, la Sierra Sur y, en días despejados, Sierra Nevada. Este es un lugar ideal para disfrutar del paisaje y hacer tus mejores panorámicas digitales.

Descenso hacia el mirador de la Peña del Águila

El descenso se realiza por una pista forestal que desemboca en otro cruce con la carretera. Desde allí, una nueva pista conduce al mirador de la Peña del Águila. Este punto ofrece vistas impresionantes del Aznaitín, Mancha Real, y las sierras circundantes. Además, cuenta con una zona recreativa donde es posible tomar un merecido descanso.

Regreso al punto de inicio

Para finalizar la ruta, se toma un sendero que desciende por la parte oeste de la sierra. Este tramo de menos de 2 kilómetros atraviesa pinares de repoblación y encinas, pasando por el cruce que lleva al arroyo Motejón y regresando a la zona recreativa donde comenzó la caminata.

Aunque la mayor parte de la ruta está bien señalizada, hay tramos, como el ascenso al Morrón, que carecen de un sendero definido y pueden resultar complicados para personas sin experiencia. Es recomendable llevar calzado adecuado, especialmente botas de montaña para las pendientes, además de agua suficiente y utilizar aplicaciones con el mapa para mayor seguridad.

Leyendas de la Cueva de los Murciélagos

Esta mítica cueva cuenta con no una, sino varias historias propias. Leyendas que han ido pasando de generación en generación. Entre otras, la de la oveja perdida, que narra lo que le ocurrió a un pastor perdió a una oveja dentro de la cueva y apareció en Cambil, a unos 10 kilómetros aproximados de distancia. También se cuenta que, durante la expulsión de los árabes en la Península Ibérica, se dice que un morisco se refugió en la cueva y enterró un cofre en una cámara conocida como la ‘Sala del Moro’.

Dentro de la cueva, hay una zona llamada ‘El Laberinto’ donde supuestamente existen huecos que se estrechan hasta ser intransitables. También se habla de un pozo que fue sellado para evitar accidentes, dejando abierta la imaginación sobre lo que podría haberse encontrado más allá. A pesar de los necesarios ascensos para llegar a ella, la ruta a la Peña del Águila de Mancha Real y a la Cueva de los Murciélagos es una visita que merece mucho la pena. Prepara el equipo y apunta en el calendario esta subida pendiente con vistas a tres sierras andaluzas de renombre.