Ruta a pie o en bicicleta por el camino natural Vía Verde del Ferrocarril Baeza – Utiel

Jaén/Si buscas un plan senderista tranquilo y con historia, el Camino Natural Vía Verde del Ferrocarril Baeza – Utiel es una opción ideal para disfrutar del ecoturismo, la actividad al aire libre y la historia ferroviaria. Este recorrido, adaptado para caminantes y ciclistas, se extiende sobre antiguos trazados ferroviarios que nunca llegaron a entrar en servicio. Su acondicionamiento permite conocer paisajes impresionantes, la historia cultural de cada una de sus paradas y la sorprendente biodiversidad del entorno.

Un legado ferroviario convertido en vía verde

La transformación del ferrocarril Baeza – Utiel en un Camino Natural Vía Verde es un proyecto emblemático de recuperación patrimonial. Aunque los trenes nunca circularon por esta vía, su infraestructura, que incluye estaciones, túneles y viaductos, ha sido rehabilitada desde principios del siglo XXI. Gracias al esfuerzo conjunto del Gobierno Central, las diputaciones provinciales de Albacete y Jaén y diversos ayuntamientos, hoy es posible disfrutar de una experiencia segura y accesible.

El camino está diseñado para todos los niveles de habilidad, siendo especialmente adecuado para niños, personas mayores y personas con movilidad reducida. Su origen ferroviario garantiza pendientes suaves y trazados amplios, ideales tanto para paseos tranquilos como para recorridos largos.

Infraestructura y servicios

• Túneles y viaductos: muchos de ellos han sido iluminados para mayor seguridad, aunque es recomendable llevar linternas.
• Áreas de descanso: estratégicamente ubicadas, ofrecen espacios para reponer fuerzas.
• Estaciones rehabilitadas: algunas estaciones antiguas funcionan como puntos de avituallamiento o albergues rurales.

Dado que el recorrido a menudo discurre alejado de núcleos urbanos, es importante llevar agua, comida y ropa adecuada. Informarse previamente sobre las condiciones y servicios disponibles es clave para planificar la visita.

Tramo Albacete – Santuario de Cortes (77,4 km)

Este primer tramo comienza en el Parque Fiesta del Árbol, en Albacete, y se extiende hasta las cercanías del Santuario de la Virgen de Cortes, en Alcaraz. Es un recorrido lleno de largas rectas, túneles (algunos sin iluminar), y paisajes de tierras agrícolas y zonas de bosque. Destacan:

• Túnel de Los Chospes: el más largo del tramo, con 770 metros.
• Lagunas de Ojos de Villaverde: un lugar recomendado para la observación de aves.
• Estación de Robledo: punto de referencia para alojamiento rural.

Tramo Reolid – Arroyo del Ojanco (46,8 km)

Desde la estación de Reolid, el camino atraviesa paisajes montañosos, cruzando al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Entre los puntos de interés destacan los siguientes:

• Estación de Villarrodrigo: con áreas de descanso y panorámicas sobre dehesas y pinares.
• Viaducto del Guadalimar: una estructura espectacular que ofrece vistas impresionantes.

Tramo Linares – Begíjar (22 km)

Este tramo, con vistas al valle del Guadalimar, está marcado por túneles iluminados y viaductos imponentes. Aunque aún falta acondicionar el camino hasta Begíjar, el recorrido actual finaliza en un área de descanso bien equipada.

El Camino Natural atraviesa paisajes diversos, desde las extensas llanuras de Albacete hasta los olivares y sierras de Jaén. Destacan el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, y los vestigios de la actividad minera en Linares. Además, el recorrido permite descubrir un rico patrimonio cultural, como:

• La ciudad ibero-romana de Cástulo: con su famoso mosaico de los Amores.
• El Castillo de Segura de la Sierra: emblema de la historia medieval.
• El Pasaje de Lodares en Albacete: ejemplo de arquitectura modernista.

Gastronomía

La experiencia no estaría completa sin disfrutar de la gastronomía de estas dos provincias. Entre los platos más destacados se encuentran el gazpacho manchego, las gachas y el lomo de orza, acompañados por el afamado aceite de oliva virgen extra de la Denominación de Origen Sierra de Segura. Para los que prefieren opciones de repostería casera tradicional, las flores fritas y los miguelitos son imprescindibles para terminar la caminata con un dulce sabor de boca.