Cinco recetas de temporada con níscalos de Jaén para tus platos de otoño

COMER EN JAÉN

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Los níscalos al ajillo son un plato clásico y sumamente fácil de preparar.
Los níscalos al ajillo son un plato clásico y sumamente fácil de preparar.

Si nos preguntamos ¿qué se come en Jaén en otoño? seguro que muchos hablan de las bondades de uno de sus hongos más famosos: los níscalos. Con la llegada de las lluvias otoñales comienza la temporada de recolección y es fácil, especialmente en las zonas de sierra, encontrarlos como tapas y platos especiales en bares y restaurantes. Pero si la gula te puede, también puedes hacerlos en casa. Aquí te contamos cinco recetas con níscalos fáciles y económicas para que disfrutes de esta maravilla de la gastronomía serreña jaenera.

Níscalos, buenos para tu salud

Más allá de su inigualable sabor, estos hongos aportan beneficios para la salud al contener proteínas, carbohidratos, fibra y minerales. A pesar de que la composición de los hongos es mayormente agua, los níscalos destacan por su riqueza en antioxidantes como tocoferoles, ácido ascórbico y carotenoides, responsables de su atractivo color naranja. Además, su carbohidrato principal, la quitina, y otros compuestos como la hemicelulosa, alfa y beta glucanos, mananos y galactanos, los convierten en una valiosa fuente de prebióticos, favoreciendo así el equilibrio de la microbiota intestinal.

1. Níscalos al ajillo

En esta receta, te sugerimos utilizar los níscalos como acompañamiento ideal para carnes, pescados e incluso huevos fritos. La combinación de estos hongos con ajo y perejil es simplemente irresistible. En temporada de níscalos, no dudes en disfrutar de esta deliciosa receta que conquistará tu paladar con su sabor único.

2. Níscalos a la plancha

La manera más sencilla de apreciar el sabor especial de los níscalos es cocinarlos a la plancha. Corta las setas a tu gusto y prepáralas en una sartén o plancha con poco aceite a fuego medio. Asegúrate de que se doren por ambos lados y añade una pizca de sal y tus especias preferidas. Disfruta de la simplicidad de esta preparación que realza la autenticidad de los níscalos.

3. Arroz con níscalos

La versatilidad de los níscalos permite dar sabor a platos que antes podrían resultar sosos. Úsalos en risottos, incorporándolos después de pochar la cebolla y antes de agregar el arroz. También pueden realzar arroces secos como paellas, biryanis, pilaf o salteados chinos. Añádelos al inicio de la preparación para un auténtico festín de sabores otoñales.

4. Rellenos con níscalos

Debido a su jugosidad y sabor excepcional, los níscalos son ideales para aromatizar rellenos de pasta, empanadas, empanadillas, croquetas, buñuelos y todo lo que se te ocurra. Pica finamente las setas para rellenos pequeños y en trozos medianos para preparaciones más sustanciosas. Sorprende a tus invitados con la explosión de sabor que los níscalos aportan en cada bocado.

5. Ajoharina jaenero

Originario de la zona serrana de Jaén, este plato se distingue por su base de bacalao y patatas, bañadas en una salsa densa elaborada con tomate, pimientos, pimentón, cominos y azafrán. Por supuesto, los níscalos son ingredientes fundamentales y, si quieres, y te lo recomendamos, también el chorizo.

Si por algo es famosa la cocina de otoño de Jaén es por el alto aprecio a estas setas especiales de tonos anaranjados y verdosos: los níscalos. No te dejes llevar por su imagen, que a priori podría echarte para atrás, porque una vez que los pruebes no querrás sino repetir plato. ¡Buen provecho!

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