Este es el pueblo medieval de Jaén más bonito para visitar en noviembre

Baños de la Encina/Baños de la Encina es uno de los tesoros medievales más impresionantes de Jaén y un lugar perfecto para visitar en noviembre. Este pintoresco municipio, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1969, cuenta con un casco antiguo lleno de calles adoquinadas, fachadas de piedra y casas nobles que narran siglos de historia. Y precisamente porque sus calles, casas y monumentos son de piedra, que recoge el calor del sol de verano, noviembre es un mes ideal para visitarlo y huir así de las altas temperaturas propias del solsticio.

Una villa medieval de encanto histórico

Baños de la Encina es un municipio que transporta a quienes lo visitan a otra época. Pasear por sus calles y plazas, rodeadas de edificios de piedra y casas señoriales con escudos en sus fachadas, evoca tiempos pasados. La villa conserva un diseño arquitectónico que muestra la influencia de diversas culturas y épocas, haciendo de su casco urbano un testimonio vivo de la historia.

Aunque su popular fiesta medieval, la 'Noche Andalusí de la Rosa', se celebra en julio, noviembre se presenta como un momento ideal para viajar a Baños de la Encina sin las aglomeraciones del verano y sin las altas temperaturas. En este mes, la piedra de sus edificios retiene la frescura del otoño, lo que permite una visita mucho más cómoda y placentera.

El imponente castillo de Burgalimar

Uno de los principales atractivos de Baños de la Encina es el castillo de Burgalimar. Construido en el año 968 durante el califato de Córdoba, es uno de los castillos más antiguos y mejor conservados de Europa. Este imponente monumento, con su robusta muralla almenada, está flanqueado por 14 torres defensivas que rodean el recinto amurallado, más la torre cristiana del homenaje, conocida como la "torre Gorda".

El castillo de Burgalimar tiene vistas impresionantes gracias a su estructura medieval prácticamente intacta. La torre del Homenaje, una incorporación cristiana, se destaca por su forma cilíndrica y su estilo gótico. De hecho, es uno de los pocos castillos queconservan tan bien sus murallas originales, motivo extra para programar una visita guiada y conocer a fondo su historia.

Iglesia de San Mateo

La Iglesia de San Mateo, construida en el siglo XV, es otro de los edificios destacados de la villa. Este templo, de estilo gótico, sobresale por su imponente estructura y su torre con acabados renacentistas. Sin embargo, el elemento más destacado de esta iglesia es su sagrario, una obra maestra de la artesanía sacra de la provincia. Este sagrario, del siglo XVII, está elaborado en ébano, marfil, plata y carey, componiendo un templete barroco adornado con columnas y detalles minuciosos.

Ermita de Jesús del Llano y la Torre Camarín

Ubicada en un antiguo descansadero para el ganado, la Ermita de Jesús del Llano es otro de los monumentos más singulares de la villa. Este edificio, construido entre los siglos XVI y XVII, destaca por su sobriedad y la torre camarín en su interior, de estilo barroco, es un ejemplo notable de la influencia granadina en el barroco andaluz y sorprende a los visitantes con su ornamentación y expresividad.

Otros monumentos destacados de Baños de la Encina

Baños de la Encina también cuenta con otros monumentos y espacios arquitectónicos de gran valor histórico, como la Casa Consistorial, un edificio del siglo XVI que presenta una estructura sobria con detalles decorativos en su rejería y un característico tejadillo en su balcón; el Molino de Viento, ubicado en la parte alta del municipio, data del siglo XVII y es un vestigio de la vida rural y agrícola de la época; y la Ermita de la Virgen de la Encina, situada a cuatro kilómetros del núcleo urbano, es un importante lugar de devoción y culto. Originalmente construida en el siglo XIII, fue renovada en el XVII, manteniendo su carácter místico y su valor histórico.

Otros puntos de interés turístico son el Juzgado o Casa de Consumos, un edificio histórico destinado antiguamente al cobro de impuestos, construido entre los siglos XVII y XVIII; y el Camino Romano o Real del Puerto del Rey, un antiguo tramo de calzada romana que formaba parte de una ruta comercial que unía Toledo con el valle del Guadalquivir y que atraviesa el término municipal.

El encanto de la Plaza Mayor y las casas señoriales

La Plaza Mayor de Baños de la Encina es otro de los puntos emblemáticos de la villa. Este espacio, ubicado en el corazón del municipio, fue en su día un lugar de encuentro para las diferentes rutas de trashumancia que cruzaban la zona. Hoy en día, la Plaza Mayor sigue siendo un centro neurálgico, rodeado de casas señoriales con escudos de familias nobles que han perdurado a lo largo de los siglos, cada una de ella con una historia propia que merece la pena conocer.