El pueblo en el que hay una bóveda subterránea con leyenda propia debajo de una iglesia
Descubre la historia de La Tragantía
Este es el imponente castillo árabe a tiro de piedra de Cazorla
Cazorla/Reconocido como conjunto histórico-artístico y enclavado en el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, el mayor espacio protegido de España y el segundo de Europa y Reserva de la Biosfera de la UNESCO desde 1983, el municipio de Cazorla es famoso por su naturaleza, historia y arquitectura.
El casco urbano cazorleño se sitúa al pie de la peña de los Halcones, con la imponente sierra como telón de fondo junto un mar interminable de olivos que se extiende hacia el horizonte occidental. Entre sus calles estrechas y empinadas, adornadas con casas blancas y señoriales, destaca una estructura llena de misterio y singularidad: la bóveda del río Cerezuelo, justo debajo de las ruinas de la Iglesia de Santa María.
La bóveda del río Cerezuelo
La bóveda que cubre al río Cerezuelo, un afluente del Guadalquivir, es una obra maestra de la ingeniería renacentista, diseñada para soportar la construcción de la Iglesia de Santa María. Este monumento de medio cañón no solo solventó la incomunicación entre ambos lados del río, sino que también permitió la creación de un amplio espacio urbano que hoy es conocido como la plaza de Santa María. Esta plaza estaba destinada a albergar dependencias públicas bajo la mirada de un templo monumental.
La construcción de la bóveda, que probablemente se completó hacia 1536, precede a las fechas inscritas en los muros de la iglesia (1580, 1583 y 1589). Este impresionante espacio subteráneo, accesible al público, permite recorrer un entramado donde la arquitectura renacentista y la naturaleza se unen.
Adentrarse en la bóveda es como viajar al pasado. Sus muros, que han sido testigos de siglos de historia, sostienen la iglesia y la plaza, pero también guardan el murmullo constante del río Cerezuelo, cuyo caudal sigue fluyendo por este entramado subterráneo.
La Iglesia de Santa María
Sobre la bóveda se eleva la Iglesia de Santa María, un ejemplo datado en el Renacimiento andaluz. Aunque nunca se completó debido a una serie de desafortunados eventos, incluida una devastadora inundación en 1694, se especula que el diseño de la iglesia pudo haber sido obra del arquitecto Andrés de Vandelvira, famoso por su trabajo en otras iglesias de Úbeda o por su trabajo en la Catedral de Jaén.
Lo que hace única a esta iglesia es la ubicación del Altar Mayor sobre el cauce del río, algo sin precedentes en la arquitectura religiosa, convirtiéndola en la única del mundo construida de esta original y sorprendentemente resistente manera.
La leyenda de la Tragantía
Como si el valor arquitectónico y natural de Cazorla no fuera suficiente, el municipio también cuenta con una de las leyendas más intrigantes de la provincia: la historia de la Tragantía. Esta figura mitológica está estrechamente vinculada al Castillo de la Yedra, una fortaleza que domina el horizonte de Cazorla.
Según la leyenda, durante la conquista de la zona por los castellanos, un rey moro se vio obligado a abandonar el castillo. En su huida, dejó a su hija escondida en una estancia secreta bajo la fortaleza, con la esperanza de regresar pronto. Sin embargo, el rey murió en combate, y la joven quedó atrapada. Con el tiempo, la soledad y el abandono transformaron su cuerpo en el de una criatura mitad mujer, mitad serpiente.
Desde entonces, se dice que la Tragantía emerge cada noche previa al día de San Juan, el 23 de junio, cantando una melodía que advierte a quienes la escuchan:
“Yo soy la Tragantía / hija del rey moro, / el que me oiga cantar, / no verá la luz del día / ni la noche de San Juan.”
Esta leyenda, resultado de mezclar historia y fantasía, aporta un aura de misterio a la visita a la bóveda del río Cerezuelo de Cazorla, ya que es justo allí abajo, junto al rumor de su cauce, donde encontrarás una estatua dedicada a esta figura mitológica propia del folclore cazorleño.
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