¿Sabes cuál es el origen de la expresión "irse por los cerros de Úbeda"?

Los famosos cerros de Úbeda.
Los famosos cerros de Úbeda.

Úbeda/La lengua española está repleta de expresiones populares que, más allá de su uso coloquial, guardan fascinantes historias enraizadas en hechos históricos o leyendas. Una de estas expresiones es "irse por los cerros de Úbeda", que ha sobrevivido al paso de los siglos y aún se emplea cotidianamente para describir a quien divaga o se aleja del tema principal de una conversación. Pero, ¿cuál es el origen de esta frase tan peculiar? Para comprenderlo, debemos remontarnos a la Edad Media y al contexto de la Reconquista en la Península Ibérica.

El contexto histórico: Fernando III y la conquista de Úbeda

La ciudad de Úbeda, en la provincia de Jaén, ocupaba un lugar estratégico durante las campañas de la Reconquista. En el año 1233, el rey Fernando III de Castilla, conocido como "el Santo", lideró una campaña militar para arrebatar la ciudad a los almohades. Durante esta empresa, Úbeda y sus alrededores se convirtieron en escenario de intensas luchas y movimientos militares.

En este contexto surge una curiosa anécdota vinculada a uno de los capitanes del ejército cristiano, Álvar Fáñez, también conocido como "el mozo". Según la leyenda, justo antes de una batalla crucial por la conquista de Úbeda, Álvar Fáñez desapareció sin dejar rastro, provocando desconcierto entre sus compañeros.

El regreso y la explicación de Álvar Fáñez

Tras la victoria cristiana y la toma de la ciudad, Álvar Fáñez reapareció. Al ser interrogado por Fernando III sobre su ausencia en la batalla, respondió con una frase que quedaría grabada en la memoria colectiva: "Me perdí por los cerros de Úbeda". Esta explicación, considerada por el rey como una excusa poco convincente, dio pie a especulaciones sobre las verdaderas razones de su desaparición.

Dos versiones de los hechos

La historia de Álvar Fáñez ha dado lugar a dos interpretaciones principales:

  • Cobardía: algunos afirman que el capitán evitó deliberadamente participar en la batalla por miedo. En una época donde el valor militar era altamente valorado, esta versión explicaba su excusa como un intento de disimular su falta de coraje.
  • Un romance secreto: otra versión, más romántica, sugiere que Álvar Fáñez habría abandonado el combate para encontrarse con una mujer musulmana con quien mantenía una relación secreta. Según esta teoría, el amor lo llevó a recorrer los cerros cercanos a Úbeda, alejándose del deber militar.

Independientemente de cuál sea la verdadera historia, la frase "irse por los cerros de Úbeda" comenzó a asociarse con el acto de perderse, desviarse o evitar enfrentarse directamente a una situación.

El significado actual de la expresión

Con el paso del tiempo, "irse por los cerros de Úbeda" ha evolucionado para adquirir un significado más amplio en el lenguaje cotidiano. Hoy en día, se utiliza para describir a alguien que se aleja del tema principal de una conversación, divaga o introduce asuntos irrelevantes.

Los cerros de Úbeda

La expresión también ha contribuido a la fama de los cerros de Úbeda, una zona que no solo forma parte de esta leyenda, sino que también es conocida por su belleza natural y su importancia histórica. Situados en las cercanías de la ciudad de Úbeda, estos cerros ofrecen vistas impresionantes y una conexión con el pasado que atrae a visitantes de todas partes.

Los turistas que llegan a Úbeda suelen sentirse atraídos por sus monumentos renacentistas, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, su gastronomía y su famoso aceite de oliva. Sin embargo, muchos también se interesan por conocer más sobre el origen de esta expresión y la historia que la rodea.

"Irse por los cerros de Úbeda" es un ejemplo de cómo el lenguaje refleja la historia y la cultura de un pueblo. Aunque su origen está vinculado a un hecho específico del siglo XIII, su significado se ha adaptado a contextos modernos, convirtiéndose en una frase útil y reconocida en todo el mundo hispanohablante.

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