¿Cuál es la mejor zona de Jaén para irse de tapas?

Jaén/Si vienes de visita a Jaén y quieres probar su gastronomía local, una de las opciones más habituales es darte una vuelta por la zona de las tascas, en el casco histórico de la ciudad.

Sus estrechas calles con mucho encanto, como Arco del Consuelo, la calle Cerón o la calle Maestra, vecinas de la Catedral de Jaén, están llenas de pequeños bares antiguos y con mucho encanto en el que con cada bebida podrás disfrutar de una suculenta tapa.

Y si tu dieta es vegetariana y te ponen un lomo de orza, no te cortes y díselo al camarero: en Jaén todos son muy simpáticos y sin problema te la cambiará por otra.

Tascas míticas de Jaén

La tasca más antigua de Jaén es la de El Gorrión, que desde 1888 se hizo famosa por sus chatos de vino y después por la leyenda de su jamón momificado. Tendrás que ir hasta allí para conocerla y tomar los mejores quesos que puedas probar en la ciudad junto a un delicioso vino.

Otros puntos de interés en la zona son La Barra, con su mítico Rossini que elaboran exclusivamente en este local con bastante solera; La Manchega, una taberna típica en la que la madera es protagonista y donde te puedes pedir el bocadillo ‘Lío’ con anchoas y alcachofas; el bar Montana, especialmente recomendado si te apasionan los platos de casquería; la taberna Alcocer, con una de las mejores setas a la plancha del mundo; o el bar Los Barriles, donde te tratarán como si fueras un rey de reyes.

Platos típicos de Jaén para tomar en las tascas

En Jaén, la gastronomía es un atractivo imperdible para los visitantes, especialmente en las tascas del casco histórico. El lagarto ibérico es otra excelente opción, ideal para quienes prefieren algo más contundente y tienen una dieta carnívora. Esta carne de cerdo a la plancha es jugosa y suele servirse con una guarnición de patatas.

Las migas son un plato típico jiennense que se puede disfrutar en lugares como el Bar La Barra. Este plato energético se prepara con pan, aceite de oliva, ajos y pimiento, y se acompaña con chorizo, aceitunas y panceta.

Para los días calurosos, la pipirrana jaenera es una opción refrescante. Elaborada con tomate, pimiento, huevo cocido y atún, su clave está en el majao hecho con ajo, yema de huevo cocido, aceite, sal y comino. 

Finalmente, el lomo de orza es un plato tradicional de carne de cerdo adobada y secada que se sirve frío, acompañado de pan, aceitunas y vino de la tierra, y a veces con patatas fritas y huevo.