Leyendas del pueblo: los crímenes en la cumbre y otras historias oscuras de Benatae
Una de las historias da origen al nombre del pueblo jienense
El mejor trío de pueblos, en plena Sierra de Segura, para una escapada
Benatae/Enclavado en la Sierra de Segura, el pequeño municipio de Benatae esconde relatos llenos de misterio, que incluyen las historias más sombrías de este municipio como el relato de ‘El Crimen de la Cumbre’ y la leyenda del caballero Ben-Ata, cuyo nombre daría origen al propio Benatae.
La Leyenda de Ben-Ata
La leyenda cuenta que, en los últimos años del siglo VIII, un guerrero llamado Abul-Asward lideró una revuelta en la Sierra de Segura contra el califa Abderramán. La rebelión fue sofocada en las cercanías del río Guadalimar, y Abul-Asward y sus seguidores fueron derrotados, aunque algunos de sus hombres lograron escapar hacia las montañas. Entre estos fugitivos estaba Ben-Ata, un joven caballero que buscó refugio en las empinadas cumbres de Peñalta, el monte que se alza imponente sobre Benatae.
Ben-Ata, hombre astuto y decidido, sobrevivió en la inhóspita montaña gracias a su ingenio. Pasados tres días, agotados sus víveres y con una tormenta que no cedía, Ben-Ata decidió sacrificar a su caballo y consumir su carne. Se resguardó en una gruta de la montaña y, con el tiempo, otros descontentos se unieron a él. Su habilidad y carisma le permitieron formar un grupo leal que logró captar la atención del califa, quien se desplazó nuevamente a la Sierra para poner fin al levantamiento.
El califa, en un acto de clemencia, perdonó a Ben-Ata y le concedió tierras y bosques. En las faldas de Peñalta, Ben-Ata construyó una casa solariega y fundó una aldea, que en su honor pasó a llamarse Benatae. Así, la leyenda de Ben-Ata se convirtió en un símbolo de resistencia y adaptación, valores que han perdurado en el imaginario de sus habitantes.
El Crimen de la Cumbre
La historia de ‘El Crimen de la Cumbre’ tiene un tono aún más sombrío y espeluznante. La historia cuenta cómo un padre y su hijo, arrieros de la comarca, decidieron pasar la noche en el camino de Benatae tras haber vendido sus productos en Villarrodrigo. En el descanso de la noche, fueron sorprendidos por un extraño hombre de baja estatura que les pidió alimento. Los arrieros le ofrecieron pan, tocino y un poco de vino, sin imaginar lo que ocurriría poco después.
Después de saciar su hambre, el hombre los atacó mientras dormían, apuñalándolos sin piedad y despojándolos de todas sus pertenencias. Luego, el asesino huyó hacia el camino principal, donde se cruzó con dos carniceros de Benatae que regresaban a su hogar. Fingiendo inocencia, el asesino les entregó un reloj de plata que había robado a los arrieros y se despidió con naturalidad.
Pasados algunos días, la noticia de los crímenes comenzó a circular en Benatae. Los carniceros, sin saber que aquel reloj provenía de un asesinato, lo mostraron públicamente en busca de su propietario, lo que despertó sospechas entre los habitantes. Al final, un pariente de los arrieros asesinados reconoció el reloj y decidió tomar la justicia en sus propias manos. La historia dice que los carniceros aparecieron muertos poco después, víctimas de una brutal paliza.
Meses más tarde, un hombre bien vestido llegó al pueblo, vendiendo a bajo precio algunos objetos que llevaba consigo. La curiosidad se desató cuando este forastero, bajo los efectos del alcohol, reveló que tenía más pertenencias escondidas en una vaguada cercana al pueblo. Los habitantes decidieron seguirlo, y al llegar al lugar descubrieron con horror que aquellos objetos pertenecían a los arrieros asesinados. Desde entonces, este sitio ha sido conocido como el Peñón del Tesoro, un lugar que todavía hoy despierta cierto temor y respeto entre los vecinos.
Patrimonio de Benatae
Además de sus leyendas, Benatae cuenta con un importante patrimonio histórico. La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, construida entre los siglos XV y XVIII, combina estilos gótico, renacentista y barroco. Este templo es uno de los símbolos de la comunidad y un testimonio de la riqueza cultural de la Sierra de Segura.
Otro lugar emblemático es el castillo de Cardete, de origen islámico, que ha sido testigo de numerosos episodios históricos. Aunque hoy en día apenas quedan restos de su estructura, el castillo representa la resistencia de los pueblos de la sierra y evoca la leyenda de Ben-Ata y sus seguidores, quienes encontraron en estas montañas un refugio en tiempos de persecución.
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