Esta es la leyenda de la Casería de Jesús

La Casería de Jesús, ubicada en el pintoresco Puente de la Sierra de Jaén, no solo es un testimonio de la rica historia de Jaén, sino también el escenario de una leyenda que ha perdurado por siglos. Esta historia mágica, que se remonta a 1580, involucra a un misterioso anciano, un tronco y una imagen sagrada que ha dejado una huella imborrable en la cultura y la religión local. Acompáñanos en este viaje para descubrir el encanto de la Casería de Jesús.

Las Caserías típicas de Jaén son edificios singulares ubicadas en medio del olivar. La Casería de Jesús no es una excepción; se extiende majestuosamente en el Puente de la Sierra y cuenta con su propio molino de aceite. Este edificio se distribuye en tres plantas y posee una lonja frente a la fachada, un espacio versátil utilizado para diversas actividades relacionadas con la vida en el campo y también, actualmente, para acoger eventos culturales de todo tipo. La lonja proporciona un lugar sombreado para el descanso y cuenta con una parra que sirve como toldo vegetal, creando un espacio acogedor.

Un encuentro mágico que cambió la historia

La leyenda de la Casería de Jesús se origina en una noche mágica de 1580. Un anciano misterioso llegó a la casería en busca de refugio y, durante la cena, quedó cautivado por un tronco destinado a ser parte del molino de viga de la finca. Sugirió que podría tallar una hermosa imagen de Jesús Nazareno en él. Sin embargo, al día siguiente, el anciano desapareció, dejando atrás la impresionante imagen conocida como ‘El Abuelo’, que cambiaría la historia religiosa y cultural de Jaén para siempre. Sobre la historia, existe una variante igualmente intrigante de la leyenda que involucra a un mulo y una habitación secreta en la casería.

Una imagen venerada por todos los jiennenses

La imagen tallada por el anciano se trasladó al Convento de los Carmelitas Descalzos de la Puerta de Granada, marcando el inicio de la popular cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno en Jaén. Esta imagen se convirtió en una de las más veneradas durante la Semana Santa, dejando una profunda huella en la religiosidad y la cultura local, ya que cuenta con miles de fervorosos seguidores que cada año lo pasean en procesión o lo visitan en el Camarín de Jesús de la capital, donde la obra que procesiona descansa el resto del año.

Además de las leyendas, la Casería de Jesús tiene una conexión documentada con los Carmelitas Descalzos desde el siglo XVIII. Esta congregación religiosa evangelizaba la zona y gestionaba un molino de aceite en la finca, incluyendo su prensa de viga y tinajas. Un testimonio tangible de esta historia perdura en la casería en forma de una antigua puerta de madera que lleva el escudo de los Carmelitas Descalzos.

La Casería de Jesús es más que una propiedad histórica; es un lugar donde la tradición se mezcla con lo divino. Las leyendas del anciano y la transformación del tronco en la imagen de Jesús Nazareno continúan asombrando a quienes las escuchan. A lo largo de los siglos, esta casería ha sido testigo de eventos extraordinarios que han dejado una huella indeleble en la historia y la cultura de Jaén. Visitarla es adentrarse en un pasado mágico y enriquecedor que merece ser preservado para las generaciones futuras.