Guía turística con los cinco monumentos imprescindibles en tu visita a Alcalá la Real

La arquitectura es uno de los baluartes turísticos de esta ciudad jienense

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La Fortaleza de la Mota es el monumento más visitado de Alcalá la Real.

Alcalá la Real/Alcalá la Real, ciudad destacada de la Sierra Sur de Jaén, es un lugar que respira historia, cultura y arquitectura digna de admirar en cada una de sus calles. Situada estratégicamente entre los reinos de Granada y Castilla, su pasado fronterizo se ha visto reflejado en la majestuosidad de sus monumentos.

Tanto si ya la conoces como si todavía no has visto todo su potencial, a través de esta guía te recomendamos los cinco lugares que no te puedes perder en tu visita alcalaína. Desde su archiconocida fortaleza hasta sus iglesias y palacios. No olvides cargar el móvil a tope de batería, porque te garantizamos que la usarás hasta ver el icono en rojo.

1.- Fortaleza de la Mota

Uno de los primeros puntos que debes visitar en Alcalá la Real es la Fortaleza de la Mota, un imponente complejo defensivo que te dará la bienvenida desde lejos, como si gobernara toda la urbe alcalaína. Este conjunto monumental fue uno de los sistemas defensivos más complejos de Al-Ándalus, además de ser un centro cultural y de poder crucial tras la conquista cristiana en Andalucía.

De hecho, el origen de su nombre, ‘Alcalá’, significa "población fortificada". Sus cimientos se remontan a 1341, cuando Alfonso XI conquistó este enclave estratégico que, durante más de 150 años, marcó la frontera entre los Reinos de Castilla y Granada, lo que propició el intercambio cultural entre ambas civilizaciones. 

Su recorrido es un genuino viaje al pasado, donde podrás caminar por sus murallas, cruzar puertas antiguas y adentrarte en su medina y alcázar. En su interior encontrarás el Centro de Interpretación de la vida en la frontera, donde aprenderás sobre los oficios y personajes típicos de la época a través de recreaciones muy logradas y varios montajes audiovisuales.

Uno de los elementos más destacados de la fortaleza es la Iglesia Mayor Abacial, una construcción de los siglos XVI y XVII que fue testigo de los eventos más importantes de la ciudad hasta que fue desmantelada y quemada por las tropas francesas en 1810. Hoy, este espacio sigue siendo un símbolo del poder civil y religioso de Alcalá la Real y una parada obligatoria para los amantes de la historia y la arquitectura.

2.- Domus Herculana

Si te interesa la historia romana, tu próxima parada debe ser la Domus Herculana, un yacimiento arqueológico que arroja luz sobre el pasado romano de Alcalá la Real. Este asentamiento, que data de los siglos I al V d.C. destaca por ser más que una simple villa romana, ya que probablemente era un vicus o aldea, con un doble carácter rural y urbano.

El yacimiento de Domus Herculana, en Alcalá la Real.

Durante las excavaciones se encontraron diversos elementos relacionados con la figura de Hércules, también conocido como Heracles, hijo del dios Júpiter en la cultura romana. A lo largo de los siglos, este asentamiento sufrió dos importantes destrucciones: la primera, a finales del siglo III d.C. debido a un gran incendio, y la segunda, en el siglo IV d.C.

El sitio arqueológico está bien adaptado para los visitantes, con elementos didácticos y accesibilidad que te permitirán comprender mejor la vida de esta comunidad romana. Un paseo por la Domus Herculana es como retroceder en el tiempo y entender cómo vivían los antiguos habitantes de Alcalá la Real, descubriendo todo lo que hemos heredado de la cultura romana.

3.- Palacio Abacial

El Palacio Abacial es otro de los monumentos que no te puedes perder en tu visita. Este edificio destaca ya de lejos por su estilo barroco con toques neoclásicos que fue construido durante el periodo de esplendor renacentista de Alcalá la Real, cuando se convirtió en sede abacial. Su austero exterior contrasta con la belleza de su patio interior, que cuenta con tres cuerpos abiertos y una disposición arquitectónica que refleja su importancia.

Hoy en día, el Palacio Abacial alberga el Museo y la Oficina de Turismo de Alcalá la Real, además de ser la sede del Conservatorio Elemental de Música, por lo que el disfrute será doble y además, podrás salir de allí con toda la información que necesitas para completar tu escapada a la ciudad fronteriza. Además, desde este punto puedes disfrutar de una vista panorámica de la ciudad que te dejará sin aliento.

4.- Convento de Capuchinos

En el extremo sur del Parque de los Álamos se encuentra el Convento de Capuchinos, un edificio con una historia peculiar. Construido a mediados del siglo XVII, el convento sufrió grandes transformaciones a lo largo de los años. Tras las desamortizaciones de 1835 fue convertido en vivienda particular y fábrica de aceite. Su fachada original renacentista fue modificada con la construcción de una elegante escalinata doble y ventanales amplios que le confieren un aire aristocrático, pese a ser edificado con un objetivo religioso.

En la actualidad, el convento alberga el Archivo y la Biblioteca Municipal, aunque conserva la estructura básica de su iglesia original, que consta de una sola nave con capillas laterales. Es un lugar que, además de su valor arquitectónico, ofrece un espacio de tranquilidad en medio de la ciudad.

5.- Iglesia de Consolación

La Iglesia de la Consolación, también conocida como Santa María la Mayor es otra de las visitas destacadas en Alcalá la Real. Construida a principios del siglo XVI, este templo es un claro ejemplo de la mezcla de estilos renacentista y barroco. Su imponente torre y su portada-retablo te impresionarán desde el mismo momento en que la veas.

Una de las entradas a la Iglesia de Consolación o Santa María la Mayor.

En su interior destaca la planta de cruz latina y la cúpula del crucero, aunque lo más importante es el retablo que alberga la figura de la Virgen de las Mercedes, la patrona de la ciudad. La devoción hacia esta figura es palpable, especialmente durante la Semana Santa, cuando las imágenes procesionan por las calles de Alcalá la Real gracias al esfuerzo de la Real Cofradía de Nuestra Señora de las Mercedes Coronada.

La iglesia está situada en una plaza con mucho encanto desde donde podrás disfrutar de las vistas a la Fortaleza de la Mota. Es recomendable visitarla por la mañana, cuando la luz del sol ilumina los detalles arquitectónicos y realza la belleza de su construcción.

Barrio de las Cruces

Aunque no se trate de un monumento per se, como extra para tu itinerario turístico por Alcalá la Real te recomendamos dar un paseo por el Barrio de las Cruces, un conjunto de calles empedradas y casas encaladas levantado en una ladera, desde donde podrás aprovechar las vistas espectaculares de la comarca que ofrece por su altitud.

Durante el mes de mayo, el barrio cobra vida propia con las peregrinaciones y ofrendas florales en las ermitas de San Marcos, Fátima y la Verónica. Desde este punto también podrás divisar las antiguas atalayas que recuerdan el pasado fronterizo de Alcalá la Real, otro de los tesoros ocultos de este municipio.

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