Diez paradas destacadas en la ruta íbera por la provincia de Jaén

Jaén/La ruta íbera de Jaén es una gran opción para conocer el extenso legado de esta civilización en la provincia. El Museo Íbero de Jaén, inaugurado en diciembre de 2017, es el único en el mundo dedicado a la cultura ibérica. Su exposición ‘La dama, el príncipe, el héroe y la diosa’ muestra desde el siglo VI a.C. hasta la dominación romana, incluyendo el monumento de El Santuario Heroico de El Pajarillo y esculturas de la aristocracia ibérica.

A 4 kilómetros de Jaén se encuentra el Oppidum de Puente Tablas, un importante asentamiento del siglo IV a.C. con una fortificación de 300 metros y la Puerta del Sol, que se alinea con el amanecer durante los equinoccios. El Centro de Interpretación proporciona detalles sobre la vida en esta antigua ciudad.

El conjunto arqueológico de Cástulo en Linares, situado junto al río Guadalimar, es clave para entender la historia de Andalucía. Este oppidum ibérico, convertido en municipio romano, tiene un recinto amurallado de 70 hectáreas y fue un importante centro minero y político. 

La Cámara Funeraria de Toya, en el Cerro de la Horca cerca de la aldea de Toya, es una tumba monumental del siglo V-IV a.C. con una planta rectangular y tres naves. Contiene urnas cinerarias y ajuares, incluyendo cerámica griega y restos de un carro. Para poder verla, las visitas deben concertarse previamente.

La Necrópolis Dinástica de Cerrillo Blanco en Porcuna, del siglo VII a.C., es conocida por su conjunto escultórico, ahora en el Museo de Jaén. Incluye sepulturas individuales y una megalítica, y el Centro de Visitantes proporciona información sobre el arte y la cultura ibéricos.

El Santuario Ibérico de la Cueva de la Lobera, en Castellar, fue un espacio de culto desde el siglo IV a.C. hasta el II d.C. Este santuario al aire libre está asociado con la veneración de dioses ibéricos, y el Museo de Castellar presenta exvotos ibéricos. 

Giribaile, en Vilches, es uno de los mayores poblados ibéricos de Jaén, con 18 hectáreas. Destaca por su fortificación de barrera y su muralla histórica. El yacimiento ofrece vistas de un santuario prehistórico, un cenobio paleocristiano y un castillo almohade.

La Muralla Ciclópea de Ibros, descubierta por Manuel de Góngora en 1860, es una estructura defensiva del siglo II-I a.C. Hecha de grandes bloques sin argamasa, se localiza en el barrio del "señorío" y es uno de los ejemplos más notables de arquitectura ciclópea en Jaén.

El Centro de Interpretación Iliturgi en Mengíbar, ubicado en una Casa Palacio del siglo XV, utiliza tecnologías avanzadas para presentar la historia de Mengíbar desde la época iberorromana, explorando la influencia de los ríos Guadalquivir, Guadalbullón y Guadalimar en la evolución local.