Descubre la Ruta de los Hermanos Carvajales en Martos

Martos/Martos, una ciudad cargada de historia, guarda entre sus muros uno de los episodios más trágicos y sorprendentes de la Edad Media española: la muerte de los hermanos Pedro y Juan Alfonso de Carvajal. Estos nobles, comendadores de la Orden de Calatrava, fueron acusados por el rey Fernando IV de Castilla de un crimen que afirmaron no haber cometido. El desenlace, marcado por su sentencia a morir despeñados desde la Peña de Martos y su terrible emplazamiento al monarca, forman parte de la historia marteña. Hoy, este relato forma parte del patrimonio histórico y cultural de Martos, rememorado a través de una ruta que recorre los puntos clave de esta dramática historia.

La leyenda de Fernando IV El Emplazado

En el año 1312, el rey Fernando IV llegó a Martos en medio de una contienda que involucraba a su hermano, el infante Don Pedro, y su ejército. Durante su estancia en la ciudad, las investigaciones sobre el asesinato del caballero Juan de Benavides señalaron como culpables a los hermanos Carvajal, quienes residían en Martos. Sin pruebas suficientes y ante la presión política del momento, el rey dictó una sentencia de muerte contra ellos, ordenando que fueran arrojados desde la Peña de Martos.

Antes de ser ejecutados, los hermanos Carvajales proclamaron su inocencia e hicieron un llamamiento desesperado a la justicia divina, emplazando al rey a comparecer ante Dios en un plazo de treinta días. Aunque Fernando IV ignoró esta apelación, la historia se tornó legendaria cuando, exactamente treinta días después, el monarca murió repentinamente en Jaén, dando lugar al sobrenombre de "Fernando El Emplazado". Este hecho, recogido en numerosas crónicas de la época, ha sido objeto de un sinfín de interpretaciones históricas y literarias.

Itinerario en Martos de los Hermanos Carvajales

Para revivir esta historia, Martos ofrece un recorrido por los lugares clave donde se desarrollaron los eventos relacionados con los hermanos Carvajales. A lo largo del Conjunto Histórico de la ciudad, paneles cerámicos cuentan los episodios más importantes de este episodio casi sobrenatural de la historia marteña.

Plaza de la Constitución

El recorrido comienza en la Plaza de la Constitución, el corazón del casco antiguo de Martos. Esta plaza, que ha sido testigo de innumerables momentos históricos, es el punto de partida ideal para comenzar a explorar la historia de los Carvajales. Aquí, los visitantes pueden conocer los primeros detalles del proceso judicial que llevó a la condena de los hermanos.

Ermita de San Bartolomé

Caminando desde la plaza se llega a la Ermita de San Bartolomé, un templo con una rica historia que también está vinculado a los trágicos sucesos de los Carvajales. Aunque no se sabe con certeza si los hermanos llegaron a estar en este lugar, la ermita forma parte de la ruta que nos traslada a la época medieval.

Plaza El Llanete

La Plaza El Llanete es otro de los puntos emblemáticos del recorrido. Aquí se encuentra uno de los paneles cerámicos que narra la sentencia de los Carvajales. Este lugar permite imaginar la tensión y el drama que vivió la ciudad mientras los hermanos esperaban su fatal destino.

Plaza Cruz del Lloro

El nombre de esta plaza evoca el sufrimiento que envolvió el destino de los Carvajales. Según las crónicas, fue aquí donde los hermanos fueron despedidos antes de ser conducidos a la Peña de Martos para su ejecución. Los relatos de la época describen este lugar como un punto de lamento y dolor, tanto para los condenados como para los ciudadanos que los veían partir.

Plaza Fuente Nueva

En la Plaza Fuente Nueva se puede encontrar otro de los paneles que relata el desenlace de los Carvajales. Este lugar se ha convertido en un punto de reflexión, donde la historia de los hermanos resuena como un eco lejano de la justicia y el poder en tiempos medievales.

Plaza Fuente de la Villa

El itinerario culmina en la Plaza Fuente de la Villa, uno de los puntos más pintorescos de Martos. Los visitantes pueden apreciar desde este enclave las vistas de la Peña de Martos, el lugar donde se llevó a cabo la ejecución de los Carvajales. Este último panel cerámico nos recuerda que, aunque los hermanos murieron, su historia perdura en la memoria colectiva de la ciudad.

Crónicas y testimonios

La muerte de los hermanos Carvajales no pasó desapercibida en su tiempo, y las crónicas contemporáneas recogen con detalle este episodio. La Crónica de Fernando IV, fechada en 1350, es una de las fuentes más antiguas que relata el caso. Siglos más tarde, en 1551, la Crónica de Alfonso Onceno amplía la información sobre estos hechos, aportando más detalles sobre el contexto político y militar que rodeaba la tragedia.

En el siglo XV, el historiador Diego Rodríguez de Almela incluyó este acontecimiento en su obra ‘Valerio de las historias escolásticas y de los hechos de España’, mientras que en el siglo XVI autores como Francisco Delicado y Diego de Villalta también hicieron referencia a la muerte de los hermanos Carvajales en sus respectivas obras.

Pero no solo los cronistas históricos se hicieron eco de este suceso. El poder literario de la historia de los Carvajales ha sido inmenso, inspirando a dramaturgos como Lope de Vega y Tirso de Molina, y autores románticos como Telesforo de Trueba y Cossío, Manuel Bretón de los Herreros e Isabel Camps Arredondo, quienes incorporaron esta trágica leyenda en sus escritos.