Descubre la ruta de las Ciudades Patrimonio de la Humanidad que puedes hacer en la provincia

Los aledaños de la Catedral de Baeza están regados por callejones que le dan un aire medieval.
Los aledaños de la Catedral de Baeza están regados por callejones que le dan un aire medieval.

Jaén/En 2003, la UNESCO declaró a las ciudades jienenses de Úbeda y Baeza Patrimonio de la Humanidad, y basta con una visita a cada una de ellas para comprender por qué. Ambas localidades, situadas en la provincia de Jaén, ofrecen un recorrido por la historia, la arquitectura y la cultura del Renacimiento, con un patrimonio monumental que deja sin palabras. Esta ruta es imprescindible para cualquier amante de la historia o la arquitectura que visite la provincia, así que apunta los lugares de interés y no los dejes pasar en tu próxima escapada.

Úbeda

La ciudad de Úbeda, fuertemente amurallada, conserva el aire de importancia militar que tuvo durante la Edad Media. Su relevancia no solo era estratégica, sino que también estaba vinculada a su próspera economía, basada en el comercio y la artesanía. El siglo XVI fue un período crucial para la ciudad, pues se convirtió en el hogar de figuras políticas importantes, como Francisco de los Cobos, secretario de Carlos V, y Juan Vázquez de Molina, secretario de Felipe II. Estos personajes, junto con otros miembros de su familia, dejaron una huella en la ciudad a través de la construcción de palacios, iglesias y hospitales, otorgándole a Úbeda un carácter singularmente renacentista.

Uno de los lugares más representativos de la ciudad es la Plaza del Salvador, presidida por la majestuosa Capilla de El Salvador. Este templo funerario, diseñado por Diego de Siloé y ejecutado por Andrés de Vandelvira, fue el panteón de Francisco de los Cobos y su esposa, María de Mendoza. El edificio es un claro ejemplo del Renacimiento español, inspirado en el Panteón de Roma.

Frente a la Capilla de El Salvador, encontramos el Palacio de las Cadenas, actual sede del Ayuntamiento, un impresionante edificio renacentista también diseñado por Vandelvira. Este arquitecto dejó su impronta en muchos de los edificios de Úbeda, siendo el responsable de obras tan destacadas como el Hospital de Santiago o el Palacio de Vela de Cobos.

La ciudad también cuenta con una rica tradición artesanal, particularmente en el campo de la cerámica y la espartería. El barrio de los alfareros es una parada obligatoria para quienes deseen adquirir alguna pieza de arte local. Este área, vertebrada por la calle Valencia, alberga talleres de cerámica reconocidos, como los Alfares de Titos y el de los Hermanos Alameda.

El recorrido por Úbeda se completa con una visita a sus iglesias y conventos, como la iglesia de San Pablo, el convento carmelita de San Miguel y la iglesia parroquial de San Pedro. El estilo gótico y renacentista se entrelaza en estas construcciones, que forman parte de la intrincada red de calles medievales que conforman el casco histórico.

Baeza

Baeza, por su parte, fue la primera sede episcopal de la diócesis de Jaén y tuvo un florecimiento significativo desde la época visigoda. La ciudad medieval, situada dentro de sus murallas, creció con el tiempo, dando lugar a un conjunto arquitectónico renacentista que comparte con Úbeda el título de Patrimonio de la Humanidad.

El eje principal de Baeza conecta la catedral con el antiguo Colegio de Santiago, pasando por grandes edificios educativos que le dieron prestigio a la ciudad en los siglos XVI y XVII. Entre estos se destacan la Universidad, el Seminario y el Palacio de Jabalquinto, un majestuoso edificio con una fachada gótica flamígera y un patio interior renacentista que es uno de los mayores reclamos para visitar la ciudad.

La Catedral de Baeza es otro de los monumentos imprescindibles. Construida sobre los restos de una antigua iglesia gótica, fue renovada en el siglo XVI por Andrés de Vandelvira, quien también dejó su huella en esta ciudad. En su interior se encuentran varias capillas renacentistas y un claustro gótico que alberga el museo de la catedral.

El recorrido por Baeza no estaría completo sin una visita a la Plaza del Pópulo, donde se encuentran la Fuente de los Leones y el edificio de las Escribanías. A poca distancia, el visitante puede admirar el Convento de San Francisco, con su monumental Capilla Mayor, considerada una de las mejores de España por el propio Vandelvira.

Baeza, al igual que Úbeda, ofrece una rica experiencia gastronómica. No puedes dejar de probar los famosos virolos o los ochíos con pimentón, especialidades locales que deleitarán tu paladar mientras recorres sus calles.

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