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Jaén/Más allá de catedrales y buena gastronomía, la provincia de Jaén es famosa por albergar un rico legado histórico en forma de yacimientos, vestigios de otros tiempos que bajo la mirada científica recobran su valía gracias a datos exactos sobre sus orígenes. Testigos de la diversidad de civilizaciones que habitaron esta zona, desde íberos y romanos hasta árabes y medievales, te invitamos a descubrir los doce yacimientos más destacados de Jaén que todo amante de la historia y la arqueología debe conocer.
En el término municipal de Vilches, Giribaile se erige como un importante enclave arqueológico. Este lugar cuenta con restos de un poblado ibérico, vestigios romanos y una fortaleza almohade del siglo IX, que domina la confluencia de los ríos Guadalimar y Guadalén. Con una extensión de 18 hectáreas, fue una de las mayores ciudades ibéricas de la provincia. Para visitar el yacimiento, es necesario contactar con el Ayuntamiento de Vilches y concertar una cita previa.
Cástulo, en Linares, fue una de las ciudades más importantes de la Oretania ibérica y un destacado núcleo en la época romana. Este oppidum de 70 hectáreas destaca por su estratégica ubicación cerca del río Guadalimar, lo que permitió su desarrollo como centro minero y comercial. Entre los descubrimientos más notables se encuentran el mosaico de Los Amores y el león de Cástulo. Su museo monográfico complementa la visita con piezas que muestran todo lo que se encontró en el yacimiento.
A solo 4 kilómetros de Jaén capital, este asentamiento fortificado ofrece un recorrido por la historia desde la Edad del Bronce hasta la época islámica. Su periodo de mayor esplendor fue durante el siglo IV a. C., cuando se consolidó como un importante centro de la cultura ibérica. Los hallazgos en este yacimiento incluyen murallas, viviendas y santuarios.
En el municipio de Ibros se encuentra una imponente estructura conocida como la muralla ciclópea, construida con enormes bloques de piedra caliza. Este tipo de fortificaciones, atribuidas a los míticos cíclopes en la Edad Media, son un ejemplo de la arquitectura defensiva ibérica y ofrecen una ventana al pasado de este pequeño municipio.
Situada en Porcuna, esta necrópolis es uno de los ejemplos más significativos de la cultura ibérica en España. Data del siglo VII a. C. y destaca por las esculturas funerarias y los restos que reflejan las prácticas religiosas y sociales de la época. Cerrillo Blanco es un lugar esencial para entender la riqueza cultural de la Alta Andalucía.
Este importante enclave se encuentra en la ciudad de Jaén y abarca restos de diferentes épocas, desde la prehistoria hasta la Edad Media. El poblado calcolítico descubierto aquí es único por su sistema de anillos concéntricos, que demuestra un avanzado modelo urbanístico de la Europa Occidental en el tercer milenio a. C. y que fue referenciado en un documental de National Geographic.
En Alcalá la Real, la Domus Herculana es un ejemplo destacado de la arquitectura romana en la Sierra Sur de Jaén. Este yacimiento urbano, con mosaicos y estructuras bien conservadas, tiene como tema central la figura mitológica de Hércules, siendo un gran atractivo turístico y cultural para visitar la ciudad alcalaína.
En Castellar, este santuario fue un lugar de culto para la cultura ibérica, donde se han hallado numerosos exvotos que ahora se exhiben en el Museo de Castellar. La cueva, rodeada de un entorno natural impresionante, permite vislumbrar la espiritualidad y las creencias religiosas de sus antiguos habitantes.
Localizado en Larva, este yacimiento destaca por su fortaleza ciclópea de los siglos II y I a. C., construida con enormes sillares de caliza. Incluye un aljibe en su interior y una estructura cuadrangular que ofrece pistas sobre las habilidades arquitectónicas de la cultura ibérica.
En Peal de Becerro, las tumbas de Toya y Hornos son dos de los ejemplos mejor conservados de enterramientos ibéricos en España. Sus cámaras funerarias muestran la complejidad de los rituales de inhumación y la relevancia de las élites en la sociedad de la época.
Porcuna alberga también este destacado yacimiento, que complementa a la necrópolis cercana. Cerrillo Blanco es un espacio esencial para comprender el desarrollo de los oppida ibéricos y su influencia en la Alta Andalucía.
Cerca de la aldea de Toya, esta cámara funeraria ibérica es famosa por su diseño y simbolismo. Descubierta en el Cerro de la Horca, representa uno de los mayores logros arquitectónicos de la cultura ibérica, convirtiéndose en un punto de referencia para los estudiosos de la arqueología.
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